Toluca, Estado de México; 2 de octubre de 2019.- El eco que el movimiento de 1968 y el terrible asesinato cometido en contra de cientos de estudiantes han dejado en la historia de México sigue resonando. Aunque no hayan participado directamente, generaciones enteras han conmemorado a los caídos, exigido castigo a los culpables y abanderado algunas de las causas que iniciaron el movimiento.
Desde entonces y ahora, diversas disciplinas artísticas formaron parte, primero del movimiento y luego de un reclamo por la justicia.
Ejercicios de resistencia es un modesto libro que, desde una perspectiva poética, se cuestiona la conmemoración institucional -con sus formas y protocolos- de los eventos públicos y políticos, que se cuestiona las razones de la conmemoración y busca repensar la historia a través de un acto de resistencia.
David Hernández Valdés, creador visual, quien concibió la ideo original de Resistencias, consideró que sí es responsabilidad del artista participar en la transformación de la sociedad: “el arte tiene que derivar a lo público y abordar la preocupación de ciertas cuestiones sociales porque es algo que atañe a todos, como artistas y ciudadanos”.
Sin embargo, cada artista, desde una postura ética, decide involucrarse en la vida y la opinión pública; cada quien sabe cómo se absorbe la información y cómo decide manifestarlo.
Resistencias
Con apoyo del Centro Cultural Tlatelolco, la UNAM y Fundación Pascual, el libro Resistencias contiene dos textos: “México, Tlatelolco y la posteridad”, de Salvador Guillem Arroyo, director del Proyecto Tlatelolco y “Fantasmas, la memoria de 1968 y la forma de la política en medio de la violencia generalizada”, de Nicholas Jon Crane, del Departamento de Geografía de la Universidad de Wyoming, además de la memoria de nueve acciones motivadas por las ideas de “resistencia” y “Tlatelolco”.
Estas propuestas, más allá de la discusión conceptual del arte son manifestaciones de individuos que, como se lee en la presentación del libro, muestran una visión reflexiva desde distintas posturas de lo que estos 50 años del movimiento estudiantil de 1968 significan para su generación, “que no vivió en carne propia aquella lucha”.
David Alejandro Hernández, 2018. Todo espacio define las relaciones de los cuerpos y a su vez estos modifican los espacios; el papel que jugó la arquitectura el 2 de octubre de 1968 fue determinante. El bloque de la imagen conmemora la obra urbana del arquitecto Mario Pani, en su momento simbolo de la mal llamada modernidad y progreso sobre lo que fue parte del recinto ceremonial de Tlatelolco, es, además, la síntesis formal de los edificios que rodean la plaza y que permitieron una perfecta emboscada aquel 2 de octubre. Con un mecapal (banda de ixtle) objeto sagrado en la cosmogonía azteca y de uso cotidiano para cargar en las civilizaciones mesoamericanas, intenté mover este bloque de la plaza como acto poético para subvertir el orden de las cosas y las posibilidades del espacio. El esfuerzo exhibe la sujeción de los cuerpos por peso y volumen, condición que termina cuando el mecate se destensa y el cuerpo puede liberarse. |
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David Carmargo, 2018. Intervención pública cob aplicación de realidad aumentada para Android. Programación Luis Romera. |
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Morelos León Celis, 2018. Serie de notas escritas a mano en papel semilla germinable a partir de la letra de la canción titulada "Me gustan los estudiantes" de la cantautora chilena Violeta Parra. Las notas son dobladas hasta hacerlas muy pequeñas para sembrarlas-esconderlas entre las fisuras y grietas de la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco. Tllatelolco es un lugar histórico de sacrificio y silencio, entre el pavimento de la plaza encontré tierra fértil para plantar mensajes de raìz por si alguna vez quiero volver a recordar y recordarlos, dejando una parte de mí y de ellos germinando-esperando. |
Con actividades y pintas conmemoran el 2 de octubre en UAEMex
En tanto, estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México organizaron diversas actividades en conmemoración de la masacre estudiantil del 2 de octubre de 1968; sin embargo por segundo año consecutivo ningún contingente de la UAEMex salió a marchar por las calles de Toluca, como lo hacían en años anteriores
Para algunos catedráticos como Neptalí Monterroso Salvatierra, este hecho refleja la falta de estudios que realiza la academia sobre el tema, lo cual deriva en desinterés por parte de los jóvenes. Los estudiantes coincidieron por su parte, que esto se debe a la apatía de la comunidad universitaria y en general, de la gente de Toluca; algunos otros desconocen por completo las razones que motivan las manifestaciones en esta fecha.
Entre las actividades que se realizaron estuvo la proyección de películas, lecturas, talleres y un recorrido conmemorativo. Esto en contraste con lo ocurrido en la Ciudad de México en donde diversos contingentes de distintas facultades de la UNAM participaron en una marcha multitidunaria y organizaron paros en distintas facultades y preparatorias. El vandalismo en algunas zonas de la capital con pretexto de la celebración de esta fecha también estuvo presentes.