Repitiéndonos en políticas públicas: programas sociales para mujeres en Edomex

Repitiéndonos en políticas públicas: programas sociales para mujeres en Edomex
Antes del “Salario rosa” existía algo que se llamaba "Mujeres que logran en grande"

Innovar no es una tarea sencilla. Para crear algo nuevo es preciso pensar fuera del sistema de ideas dominante. Cualquier planteamiento que se haga ignorando este principio, lo que consigue es una repetición.

Así es, lo que se consigue es una reiteración de lo ya dicho, lo ya hecho, lo ya pasado. Consecuentemente, no es posible esperar resultados distintos. Eso es precisamente lo que desde ahora podría advertirse que ocurrirá en materia de política social del nuevo gobierno en la entidad, que hace unos días anunció que ya no habrá más “Salario rosa”, ahora tendremos algo que se llama “Mujeres con bienestar”.

No debemos olvidar que antes del “Salario rosa” existía algo que se llamaba “Mujeres que logran en grande” y consistía en asignar dinero periódicamente a un número limitado de mujeres en territorio mexiquense, buscando incrementar sus ingresos. Dicho programa, implementado durante el gobierno de Eruviel Ávila, reportó un padrón de 305,372 beneficiarias y el presupuesto de su último año fue de casi 900 millones de pesos.

El programa “Salario rosa” reportó al finalizar la administración de Alfredo del Mazo un padrón de unas 700 mil mujeres, a las cuales se les asignaban 2,400 pesos bimestralmente y ofrecía, además, algunos servicios y acceso a otros programas para capacitarse, emprender un negocio, etcétera. Se señalaba que era un programa que no solo daba dinero, sino que brindaba oportunidades de desarrollo a las mujeres mexiquenses.

Bueno, pues a tan solo un par de meses de haber asumido el cargo, la actual gobernadora, Delfina Gómez, hizo público su programa que, como ya dijimos, ahora se llama “Mujeres con bienestar”. La cantidad a entregar a cada una de ellas es de 2,500 pesos bimestralmente y en cuestión de días comenzarán los trabajos para registrar a quienes lo soliciten (deben ser mujeres de entre 18 y 64 años de edad, en condición de pobreza y carencia por acceso a seguridad social).

No está ahora tan claro a cuántas beneficiarias incluirán, si será un número similar o superior al padrón que logró consolidar el “Salario rosa”. Pero sí se dijo que “además de la entrega monetaria, el programa contempla la prestación de servicios como asistencia jurídica, salud, acceso a distintas opciones educativas de cualquier tipo y nivel, distintas opciones de capacitación para el bienestar, servicios de seguridad social, bienestar animal y descuentos”.

Sabemos que entre las beneficiarias del salario rosa había inquietud respecto a si seguirían recibiendo el apoyo o no. Una promesa de campaña había sido no abandonarlas y, como vemos, lo que se anuncia es una continuidad de esta política social. Las dimensiones (en número), el alcance (en cobertura estatal) y los resultados están por conocerse. Serán materia de evaluación para señalar si en realidad reportan alguna utilidad para ayudar a la gente a mejorar sus condiciones de vida y cómo.

Tampoco debe olvidarse que en la administración que acaba de concluir eran nuevo los programas: familias fuertes alimentación mexiquense, familias fuertes creciendo contigo, familias fuertes fortaleciendo comunidades, familias fuertes salario rosa, familias fuertes personas adultas mayores, familias fuertes por un mejor futuro, familias fuertes niñez indígena, familias fuertes vivienda indígena digna y familias fuertes jóvenes en movimiento.

Dichos programa sustituían a los que estuvieron vigentes entre 2011 y 2017 y que se llamaban “Seguridad Alimentaria del Estado de México”, “Por mi Comunidad”, “Por una infancia en grande”, “Futuro en grande” “Gente grande”, “Apadrina un niño indígena”, “Vivienda indígena en grande”, “Jóvenes que logran en grande” y “Mujeres que logran en grande”.

Faltará ver, aparte de este programa de “Mujeres con bienestar”, qué otros programas se anuncian, con qué objetivo y características. Sin embargo, no puede dejar de señalarse que se trata de una reiteración de la política social de los últimos dos sexenios. No hay ninguna innovación a la vista y, por lo mismo, sí hay espacio para que se viertan las mismas críticas que se han hecho a la política social asistencialista, clientelar y electoral.

El gobierno va empezando, llega con una legitimidad importante, tiene respaldo del gobierno federal y hay cuadros nuevos en la estructura. Ojalá podamos ver innovación en materia de política social. Ojalá.