Jóvenes perredistas fueron reprimidos cuando pretendían sacar cartulinas con reproches por el caso Tlatlaya en la Cámara de Diputados del estado de México, durante la develación de la inscripción en letras de oro “A la Armada de México” evento que encabezó el gobernador Eruviel Ávila Villegas.
Mientras el gobernador pronunciaba un discurso respaldando la libertad de expresión de los ciudadanos, siempre y cuando esta no sea violenta o con afanes desestabilizadores, en el primer piso del recinto legislativo, personal de seguridad del mismo amedrentaba, empujaba y rompía las cartulinas de los perredistas, quienes se pronunciaron en contra de este reconocimiento a la Armada, sobre todo cuando su actuación es muy cuestionada en la entidad, derivado del tema Tlatlaya, la política emprendida para tratar el caso de los feminicidios en Ecatepec, o la inseguridad en Toluca.
El tumulto que armaron los jóvenes provocó la salida del salón de plenos del secretario de gobierno, José Manzur Quiroga, quien pidió hablar con los jóvenes en privado, ya que el personal de seguridad los tenía arrinconados.
Tras 15 minutos de plática, los perredistas fueron escoltados hasta la fracción de su partido, donde el personal los liberó, y Eymar Gutiérrez, quien encabezaba la protesta fue cuestionado sobre el suceso.
Describió que minutos antes de comenzar el discurso del gobernador se acercaron al vidrio que recubre el pleno, por lo que fueron retirados de inmediato por un oficial de seguridad, al cual no reconocen por nombre pero sí físicamente, éste llamó a otros agentes y comenzaron a jalonearlos, tratando de quitarles las pancartas y sacarlos del lugar.
“Nosotros no estábamos de acuerdo con este reconocimiento, sobre todo porque no está claro lo ocurrido en Tlatlaya, y una serie de situaciones que afectan a los ciudadanos, la realidad es que no hay justicia para este tema, para ninguno”.
Después de los empujones y de romper las cartulinas, nos llamó el secretario de gobierno, según para que le ayudemos a mejorar el estado, que nos esperaba el martes para platicar en su oficina, aunque esto fue claramente para evitar que insistiéramos en sacar las pancartas.
El perredista se notaba visiblemente afectado, inclusive con los ojos llorosos tras el hecho, y las jóvenes que lo acompañaban, una de ellas la secretaría de la comisión de Género, afirmaba el uso excesivo de la fuerza que había implementado el personal de seguridad de la Cámara de Diputados.
Finalmente pudieron sacar sus consignas en la antesala de la fracción parlamentaria del PRD, donde el personal de seguridad ya no los molestó porque ya había terminado el evento, y ya no estaba el gobernador.