Restringen uso de embarcaciones motorizadas en presa de Valle de Bravo

Estas naves contaminan la presa por la mezcla de aceite y gasolina, que dañan el medio acuático y la vida lacustre

Con eso queda prohibida la navegación de embarcaciones que utilizan motores de dos tiempos o con riesgo de generar contaminación


La Secretaría de Marina emitió nuevas reglas de navegación para la presa de Valle de Bravo. Destaca la limitación del uso de embarcaciones con motores de combustión interna que representan un riesgo de contaminación, sobre todo por la mezcla de aceite y gasolina, que dañan el medio ambiente acuático y la vida lacustre.

Con eso queda prohibida la navegación de embarcaciones que utilizan motores de dos tiempos o con riesgo de generar contaminación; el número de tripulantes será de acuerdo con la capacidad; se expedirá una Tarjeta de Lago para los usuarios; los menores de edad necesitan una carta responsiva de los padres y solo podrán navegar en embarcaciones de vela diseñadas para su edad, con previo aviso y supervisados por un adulto; lo mismo si son personas con discapacidad.

El Almirante Secretario de Marina, Rafael Ojeda Durán, anunció también que dicha dependencia prohibió derramar combustible, lubricantes; aguas negras grises y residuales;  papel, plástico, vidrio, metal o comida en la presa de Valle de Bravo que surte de agua a los habitantes de Toluca y municipios conurbados del Estado de México y de la Ciudad de México.

La presa

La presa Miguel Alemán, en Valle de Bravo, es administrada por la Comisión Nacional del Agua. Su función es el almacenamiento de aguas nacionales para el suministro de agua potable, pero debido a su extensión, condiciones climatológicas y accesibilidad, es considerada un atractivo para realizar actividades acuáticas recreativas.

Aunque originalmente la navegación debería ser de vela, se utilizan naves impulsadas por motores de combustión interna que representan un riesgo de contaminación, por lo que es necesario controlarlo y reducir el riesgo de accidentes o incidentes náuticos.

La presa se divide en cinco áreas: la primera es de aprovechamiento especial donde se harán las actividades de mantenimiento y monitoreo, ahí queda prohibida la navegación de cualquier tipo; la siguiente zona es de precaución para hacer las maniobras de atraque, amarre, entrada y salida a una velocidad de cuatro nudos.

En la zona de uso público de remolque se permitirá la presencia de esquiadores, donas, bananas y otros, pero no se podrá practicar esquí acuático, navegación a remo, ni embarcaciones turísticas en horario nocturno.

En el área de uso común se permitirá el uso de embarcaciones impulsadas a motor, vela y remos; actividades de remolque, esquiadores, donas, bananas y otras recreativas, con velocidades menores a 20 nudos, además de pesca.


Aunque originalmente la navegación debería ser de vela, se utilizan naves impulsadas por motores de combustión interna que representan un riesgo de contaminación


En el área de uso público debido a la existencia de yacimientos arqueológicos con petrograbados sólo se puede hacer turismo náutico sin propulsión mecánica, de baja velocidad, remo, velero y paseo, o esquí en horarios hábiles. En esta área, de 18.32 hectáreas está prohibido el nado; sólo actividades de pesca comercial y consumo doméstico.

En las reglas se contemplan medidas para el uso de atracaderos, rampas y botaderos. Las embarcaciones extranjeras de uso particular solo podrán navegar previo aviso por escrito a la capitanía a quien deben demostrar que tienen permiso legal de estancia en el país, certificado de seguridad vigente, entre otros requisitos.

Las autoridades solo permitirán la navegación de embarcaciones de recreo y deportivas, así como artefactos navales que presten servicio de transporte, pasajeros y turismo que tengan permiso y cumplan las norma ambientales y darán un plazo de seis meses para que se pongan al corriente quienes ya tienen embarcaciones en la zona.