El subsecretario de Tesorería se ha vuelto un personaje incómodo para el gobierno de Alfredo del Mazo. Su pasado lo condena. Marco Velasco Monroy, como hombre de toda la confianza de Enrique Peña, pasó buena parte del sexenio anterior haciendo negocios en Pemex como subdirector comercial y responsable del transporte de combustibles, justo allí donde floreció el huachicoleo a gran escala. Su posición en el gobierno es insostenible, el gobierno federal lo está investigando.
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Marco Velasco no es el único peñista en la mira por huachicoleo, también está el general Eduardo León Trauwitz, jefe de guardaespaldas de Peña, a quien se colocó como responsable de seguridad de los ductos de Pemex, y Carlos Murrieta Cummings, impuesto como director de Pemex Transformación Industrial, nada menos que el responsable de comprar en el extranjero la gasolina que importamos, en otras palabras, el dueño del gran, gran, negocio. Así estaba el control.
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En el Valle de Toluca hay 170 estaciones de servicio de las cuales al menos 95 son propiedad de gente relacionada con la política, entre ellos el coordinador de los diputados federales priistas del Estado de México, Ernesto Nemer y la hermana y cuñado del también diputado, Luis Miranda. Pero hay muchos apellidos más conocidos por la gente, como los Muriño, del PAN o los Bautista del PRD.
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Ahora resulta que los mayores adversarios y peores detractores del gobernador Alfredo del Mazo están en lo que queda del PRI. De esos grupos tradicionales de interés provienen las más duras críticas y hasta los afanes injuriosos contra el joven gobernador que, como pocos, está dedicado a tratar de hacer bien las cosas, pero parece que hasta eso les molesta.
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Como la muñeca rota, el ex director de Autopistas, Aeropuertos, Servicios Conexos y Auxiliares del Estado de México (SAASCAEM), Manuel Ortiz, anda llorando por las esquinas diciendo, a quien ha querido escucharlo, que está en la miseria económica, que él no se robó un solo peso y que sólo lo usaron, pero apenas hace unos días se le vio muy contento compartiendo viandas y vino con sus supuestos victimarios y explotadores en el restaurante premium de Los Arcos, Cabanna, en Santa Fe. En la mesa risa y risa Manuel Ortiz, Juan Armando Hinojosa y David Epifanio López Gutiérrez, entre otros. Así, ni como creerle.