Se dice que

  Absurdos aquellos que sabotean y conspiran contra el gobierno del presidente López Obrador para que fracase, como tan absurdos aquellos que se empeñan en desprestigiar y destruir al gobernador Alfredo del Mazo. Hay que exigirles a ambos, obligarlos, a través de la presión social y los controles al poder, a que den resultados, pero […]

 

Absurdos aquellos que sabotean y conspiran contra el gobierno del presidente López Obrador para que fracase, como tan absurdos aquellos que se empeñan en desprestigiar y destruir al gobernador Alfredo del Mazo. Hay que exigirles a ambos, obligarlos, a través de la presión social y los controles al poder, a que den resultados, pero esos afanes de aniquilación son insanos, inútiles y espurios, porque parten de grupos de poder que han visto afectado su régimen de privilegios. A López Obrador como a del Mazo hay que dejarlos trabajar y si fallan castigarlos con el voto en contra en las siguientes elecciones.

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Los hijos del peñismo han crecido y preparan la repetición del ciclo para instalarse en posiciones de poder, cómo hicieron sus padres. Allí viene la siguiente generación Golden con la cosmovisión de que todo es hereditable. Están en su derecho, como en derecho está la sociedad de impedirles el paso.

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La desmemoria mata. Se cumplieron 13 años de la brutal represión de Atenco y a la mayoría de los medios locales se les olvidó u optaron por el silencio. Periodismo canalla que poco o nada aporta. La asignatura pendiente del país es sin duda la purificación de sus medios de comunicación. Urge.

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Contados son los ex rectores que han salido en defensa de la autonomía y el proyecto integral de universidad pública. Primero sus intereses. Calculan lo que dicen y lo que hacen no exponiendo el régimen de beneficios del que gozan desde su retiro. Un par de honrosas excepciones, no más.

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El morenismo ha fracaso como movimiento para la regeneración de la vida pública construyendo una nueva clase política, lo que ha hecho en el Estado de México es recoger los escombros de otros partidos, pactar con los caciques de siempre y abrirles espacio para el nuevo empoderamiento. En Morena Estado de México hay más panistas, perredistas, priistas, verdes y convergentes, que morenistas. La misma gata, pero revolcada