La tenencia y cultivo de granjas de bots para la distorsión de la realidad en ciberespacio se ha convertido en práctica común entre la llamada sociedad política del Estado de México, en la que convergen personajes de la función pública, la representación popular y de diversos grupos de interés, entre otros. Las legiones de autómatas –pagados muchos con recursos públicos– dedicados a la construcción de posverdad y fake news, proliferan sobre todo en vísperas de elecciones. El asunto es delicado, pasa impune en las narices de todos ante la ausencia de legislación que lo incentiva.
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En Salazar, muy cerca de la finca donde se refugiaba y atraparon en 2010 al temible narcotraficante Edgar Valdéz “La Barbie” Villarreal, un multimillonario anónimo, de los muchos con propiedades en las campiñas de Lerma, ha puesto en venta su cortijo de 24 mil metros cuadrados con cabañas y caballerizas por la escandalosa cantidad de 80 millones de pesos. El dueño es conocido político lugar que hace esfuerzos para que nadie se entere, porque si le llamaran a cuentas no tendría cómo explicar el origen de los recursos para hacerse de ese bien.
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En los meses que restan al año, el gobierno estatal entregará 2 mil 500 millones de pesos en apoyos a mujeres a través del programa Salario Rosa. Si con algún programa Alfredo Del Mazo ha podido construir base social, es precisamente ese. Serán 5 mil millones en 2020, lo interesante será ver qué candados le ponen en 2021, año electoral.
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La ley del granjero sentencia que, si ves un ave palmípeda, que camina como ganso, tiene pico de ganso, plumas de ganso, patas de ganso y grazna como ganso… ¡tienes derecho a decir que es un ganso! Cada vez son más los indicios que sostienen la conjetura de que entre los excompañeros panistas Juan Rodolfo y Gerardo Pliego hay un acuerdo político para 2021. No se van a pelear, por el contrario, colaborarán para cerrarle el paso a Ricardo Moreno en Toluca. ¡Zas!
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En Metepec, como en la mayoría de los municipios del valle de Toluca, el cambio político fue un timo, el gobierno quedó bajó control de las mismas élites locales de siempre. No importa que cambien los partidos, arriba sigue igual. Gabriela Gamboa no es una reformadora, bueno ni una reformista, representa al stablishment que la colocó allí para preservar el statu quo. Allí no hay 4T, ni lucha contra la corrupción, ni austeridad, ni primero lo pobres, nada. Es igual o peor que David López.