Ricardo Valdés ha consolidado a lo largo de los últimos años una posición de confianza y afecto con su jefe el gobernador Alfredo del Mazo. Sus notas como secretario particular adjunto son aprobatorias, altas podría decirse. Discreto, eficaz, evita meterse en problemas. Quizá sea esa conducta lo que molesta a algunos personajes del poder que no le quieren y les encantaría verlo en problemas. Son ellos quienes conspiran en su contra y hablan a la ligera sobre su prosperidad económica y su presunto hotel en Acapulco o se le van encima por el reciente nombramiento de su señora esposa como rectora de una modesta universidad pública. Es obvio que le tienen coraje.
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Bertha Alicia Casado Medina cumplió, el lunes anterior, 2 años al frente del ISSEMyM que desde hace más de una década se tambalea esquivando el colapso. Al instituto lo hirieron casi de muerte la irresponsabilidad, la incompetencia y la corrupción de muchas de las administraciones anteriores. Bertha no lo ha hecho mal estos 24 meses, pero todavía está muy lejos de sanearlo. El daño es profundo.
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Por alguna extraña –y quizá perversa– razón la única empresa que puede prestar servicio de grúas es Manzur, propiedad del tío del director de Seguridad Pública Municipal, Jesús Ramírez Manzur, lo que configura un clarísimo conflicto de interés que el alcalde Fernando Flores, que ha prometido acabar con todos los viejos vicios, no puede ni debe permitir.
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En un par de semanas, el 14 de febrero para ser precisos, César Camacho cumplirá 63 años. El exgobernador ha hecho una tradición reunirse en esa fecha con sus amigos y colaboradores para celebrar con una gran comida bohemia. Al exgobernador le ha ido muy bien política y económicamente. Se mantiene activo en el servicio público y en los negocios. Su vino “Hilo Negro” empieza a venderse bien. El viñedo y hotel boutique que abrió le generan buenas ganancias. Sí, definitivamente la ha ido muy bien, quizá por eso no se le ven ganas de retirarse.
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Ahora sí, hoy en punto de las 8 de la noche la conversación pendiente con el alcalde de Toluca, Raymundo Martínez. La expectativa es grande, se pondrá buena. Allí nos vemos, ya saben dónde.