Enrique Vargas está echado para adelante. La campaña del panista que pretende la candidatura de la alianza PRI-PAN-PRD -la del PAN ya la tiene- entró en una fase de alta intensidad. Sus mensajes e imagen se reproducen por todos los medios posibles con una frecuencia agotadora. No hay otro aspirante, de cualquiera de los partidos en competencia, que tenga ese ritmo. Vargas y los grupos que le impulsan están echando toda la carne al asador. No tienen de otra.
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La estrategia del PRI tiene lógica aunque a muchos, en su élite y en su base, no termine por gustar. Una pieza fundamental, como el programa y el candidato, es la estructura y en eso está, en el armado de sus redes de operación política y movilización electoral. El fortalecimiento interno con la renovación de sus comités es indispensable. Cuando se habla de “la maquinaria”, la referencia es la estructura. Seguirá el programa que pretende socializar a través de foros de consulta. Buena idea. Y, por último, la persona, la candidata o candidato que tiene corriendo en dos pistas a Alejandra del Moral y Ana Lilia, sin descartar, al menos formalmente, la posibilidad de ceder la posición a Enrique Vargas.
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Repetir que Alfredo del Mazo ha pactado entregar el poder a Morena es una absurda elucubración. Un dislate de mala leche, que no resiste el menor análisis. Todos los elementos objetivos indican que, por el contrario, de entre todos los priistas quizá él sea el más interesado en que su partido sea competitivo y tenga posibilidades reales de triunfo.
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Quienes presionan y presionan para que el PRI vaya en coalición y entregue la candidatura al PAN quizá no caen en cuenta que esa también representaría una forma de claudicar. La única forma de que el PRI vaya en alianza será con uno de los suyos como candidato. No tiene de otra. El PRD, diga lo que diga, está de acuerdo. El PAN ha dicho que no.
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Los grupos de interés que más se beneficiaron con el peñismo y que terminaron por traicionar al expresidente cuando se resistió a obedecerlos al final de su sexenio y que, por cierto, ahora son quienes les persiguen ferozmente, son los mismos que impulsan y patrocinan a Juan Zepeda como candidato de MC a gobernador. Cómo olvidar aquella frase de “somos de la misma banda” en diciembre del 2017, cuando Ricardo Anaya y Juan Zepeda se echaron “un palomazo”.
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Carlos Iriarte, hoy en punto de la 7 de la noche, en el Conversatorio AD. Va a levantar ámpula. No se lo pierdan.