Ahora –iniciativa que encabeza el sociólogo Emilio Álvarez Icaza, no Morena– se ha constituido como el adversario más eficaz y de mayor cuidado para los afanes políticos y las ambiciones de poder de Alfredo del Mazo. Algunas de las acusaciones más graves contra el candidato priista –como rebase y financiamiento ilegal de los gastos de campaña, fraude electoral, etc.– y la petición de reponer el proceso provienen de los miembros visibles de esa organización, a los que se trata de desacreditar desde el poder, por no ser oriundos ni residentes del Estado de México, como si la justicia o la democracia tuvieran denominación de origen.
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Ahora está actuando más desde el flanco legal, litigando en todas las instancias para evitar que se declare a Alfredo del Mazo gobernador electo –obstaculizándole, pues, el acceso al poder en el Estado de México–. Morena hace lo suyo con vehemencia, desde el lado político y la agitación social. La “Marcha por la Esperanza” es eso, exactamente: estrategia política propagandística sin ningún efecto vinculatorio.
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Las acusaciones de Ahora contra Del Mazo, además de precisas, son muy delicadas: 1. El desvío de recursos de la española OHL para financiar la campaña; 2. El uso de tarjetas de débito Banorte para pagar, con recursos públicos del gobierno del estado, a representantes de casilla del PRI; 3. El posible desvío a la campaña de tres mil 700 millones de pesos, que el gobierno federal pagó al estatal vía la cobertura de una extraña deuda con el Sistema de Autopistas, Aeropuertos, Servicios Conexos y Auxiliares del Estado de México (SAASCAEM).
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El dato es demoledor y documenta el rotundo fracaso del gobierno de Eruviel en materia de seguridad pública (paradójicamente, la principal promesa de su campaña como candidato del PRI a la gubernatura): 11 mil 749 asesinatos durante su gestión; cinco homicidios dolosos en cada uno de los días que ha gobernado esta entidad. Brutal.
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En el fatídico sexenio que está por terminar ha habido más muertos por violencia que en el anterior, el que encabezó Enrique Peña. Con Eruviel, once mil 749; con Peña, nueve mil 230 (juntos, casi 21 mil cadáveres; escalofriante).
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Paradójicamente, ha sido en los sexenios de Peña y Eruviel cuando más dinero se ha gastado en la historia de la seguridad en el Estado de México. Ríos y ríos de dinero que se fueron por el caño de la incompetencia y la corrupción. Falló Eruviel, pero también su secretario general de Gobierno (cabeza de sector), José Manzur, y su comisionado de Seguridad Ciudadana, Eduardo Valiente.