Si bien por ahora es una enfermedad incurable, al menos la chikungunya tenía su límite de acción bien determinado dentro de América Central. Pero como es normal la gente que vive en estos países a veces viaja a otros, y junto a las personas también se traslada el virus.
Sudamérica es uno de los nuevos lugares afectados por este incesante movimiento de personas, y en particular Venezuela y Paraguay. Dentro de la nación caribeña ya existen 17 casos registrados, 12 de ellos "importados" y cinco autóctonos, mientras que en territorio guaraní la semana pasada se detectó el primer damnificado: un hombre de ese país que se contagió en República Dominicana, y por lo cual el Ministerio de Salud consideró que el riesgo de una epidemia es "elevado".
La enfermedad transmitida por artrópodos del género alfavirus, mediante la picadura de los mosquitos Aedes aegypti y Aedes albopictus, también abarca a 17 ciudadanos en Surinam, una ex colonia holandesa ubicada en el noreste sudamericano. En tanto que en su vecino Guyana se reportaron 12 nuevos casos.
Otra de las naciones afectadas es Perú, cuyas autoridades sanitarias descubrieron en la segunda quincena de junio dos casos importados también de suelo dominicano. Mientras que en Brasil los reportes oficiales por el momento indican que hay ocho personas infectadas, todas ellas contagiadas en Haití, aunque el reciente arribo de un gran número de turistas con motivo del Mundial podría propagar todavía más el virus.
Un poco más al sur, en Chile, la primera afectada con chikungunya fue una mujer de 49 años que permaneció en territorio dominicano entre el 29 de abril y el 6 de mayo de 2014.
El virus se transmite de manera similar al dengue, y provoca una enfermedad con una fase febril aguda que dura de dos a cinco días. Y a esto le sigue un período de dolores en las articulaciones de las extremidades, que en algunos casos pueden persistir durante años.
La mejor forma de prevención es el control general del mosquito, además de evitar las picaduras de mosquitos infectados. Pese a que hasta ahora no hay un tratamiento específico para la cura, sí existen medicamentos que se pueden utilizar para reducir los síntomas. Y el reposo y la ingesta de líquidos también pueden ser útiles.
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) le recomendó a los gobiernos de la región que mantengan su capacidad para detectar y confirmar los casos a tiempo. Asimismo, sugirió no practicar la automedicación ante cualquier sospecha de portar el virus.
¿Hacia el norte?
A principios de junio autoridades sanitarias del Estado de Florida, en EEUU, alertaron a la población sobre los riesgos de ser picados por mosquitos transmisores del dengue y la chikungunya, tras confirmar 42 casos de personas infectadas por esas enfermedades.
Todas las personas infectadas en Florida han viajado al Caribe o Sudamérica, por lo que podrían haberse infectado allí, según aseguró Walter Tabachnick, director del Laboratorio de Entomología Médica de Florida en Vero Beach, que forma parte de la Universidad de Florida.
Según Tabachnick, los epidemiólogos temen que la proliferación de ambos padecimientos en el estado norteamericano se deba a que mosquitos de Florida habrían picado a personas infectadas, con lo que se convierten en vectores del dengue y la chikungunya.
Los primeros reportes de chikungunya se dieron en países de África, Asia e islas del océano Índico, y luego se registraron casos en República Dominicana y otras naciones del Caribe.
Cruzó el Atlántico
A mediados de junio el hospital Clínic de Barcelona detectó ocho casos importados de chikungunya. Estos pacientes infectados, residentes en la zona de Barcelona, el Vallès Occidental y Tarragonès, se sumaron a los tres casos, también importados, que se diagnosticaron en las comarcas del Maresme y La Selva, también en Cataluña.
Por este motivo la Generalitat lanzó una alerta epidemiológica ante el peligro de que se extienda la dolencia por el territorio catalán, ya que uno de los vectores de transmisión es el mosquito tigre (Aedes albopictus), presente en decenas de municipios.
Los cuatro casos más recientes han sido los de tres mujeres de Vilassar de Mar y otra de Lloret de Mar, de edades comprendidas entre los 27 y 57 años, que sin embargo no debieron ser hospitalizados ya que sus casos no eran de gravedad.
Los afectados tienen en común haber viajado hace poco a países del Caribe, desde donde han importado la enfermedad. Por ello, la alerta epidemiológica se centra especialmente en personas que se trasladen hacia esa zona del continente americano.
(Con información de Infobae)