El Nemesio Diez no falló, el ambiente fue excepcional. Un estadio que no se guardó nada de lo que nos tiene acostumbrados en los partidos del Toluca FC.
México necesitaba al menos dos goles para empatar a Honduras que, de manera humillante ganó en la ida de los Cuartos de Final de la Concacaf Nations Legue.
Desde la semana pasada, la Federación Mexicana de Fútbol informó que los boletos para el partido estaban agotados. 30 mil almas se reunieron con playeras verdes para ver una remontada agónica.
Cuatro horas antes del inicio del partido, en los puestos de comida se ofrecían tacos de cecina, bistec, chorizo y cochinita.
Dentro del estadio, la fiesta fue tricolor. La Banda del Rojo desplegó un tifo con los rostros de Antonio Nelson Sinha, Jorge Rodríguez y Chiquis García, jugadores históricos del Toluca FC y la Selección Mexicana.
México iba por tres, pero el primero se complicó. Alexis Vega, Edson Álvarez y Jesús Gallardo fallaron opciones claras.
Fue hasta el 41 que Raúl Jiménez hizo estallar la Bombonera por primera vez. La primera parte estaba hecha.
Al minuto 70, cuando la afición se paraba para cantar el «Matador», adaptado a la selección, Henry Martín, anotó el segundo que daba el empate.
La afición no paró de alentar, el ruido ensordecedor aumentó cuando Jorge Sánchez, anotó el tercero que daba el pase a semifinales.
El partido terminó caliente en la cancha. Un conato de bronca encendió a la gente en la tribuna.
El cuarto, el que sentenció, llegó al 96, con penal de Henry Martín.
Con este marcador, México rescata la serie después de una bochornosa derrota en San Pedro Sula.
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