Es francamente incompresible el silencio del morenismo mexiquense frente a la violenta lanzada del millonario barbaján Ricardo Salinas Pliego contra la secretaria general de ese partido, Citlalli Hernández. Han callado como momias, diría el clásico. Parecería que le temen al dueño de Televisión Azteca y guardan pusilánime silencio frente a sus agresiones verbales. Lamentable papelón, les resta autoridad moral para entrar posteriormente a cualquier debate sobre violencia contra las mujeres.
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Ni a cuál irle de los cuatro senadores mexiquenses. Son de un gris subido de tono. Calienta escaños, invitados de piedra. La mayoría de los ciudadanos del Estado de México desconocen hasta sus nombres, no saben quiénes son ni a qué se dedican. Martha Guerrero, Higinio Martínez, Juan Zepeda y Eruviel Ávila, unas entelequias.
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Nada bien pinta para el IEEM el próximo año. Las condiciones políticas cambiaron y con ello la jauja presupuestal terminó. Se estimaba que para el proceso local venidero solicitarían casi 3 mil millones de pesos de presupuesto, pero será muy complicado, por no decir que imposible. No habrá condiciones para que obtengan ni los 2 mil 729 millones del año en curso.
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Xóchitl Gálvez está perdida en el Estado de México. Solo es conocida entre la llamada sociedad política, pero para el grueso de la población es una extraña. En el propio PAN mexiquense no le ven con simpatía, prefieren a Santiago Creel. En el PRI, ni regalada. Si la designaran candidata del prianismo, no sería sorpresa que votaran en contra. Está perdida en estas latitudes.
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Claudia Sheimbaun ganará con amplísima ventaja la encuesta en el Estado de México, fácilmente 2 a 1 sobre Marcelo. En todo el Valle de México su popularidad es altísima, arrasará en municipios como Neza, Ecatepec o Cuautitlán, por señalar solo algunos. En el Valle de Toluca no será tanta la distancia, pero vencerá. Ese arroz ya se coció.