La pasión en el futbol se demuestra. Ponerse la playera, pintarse la cara, aprenderse las canciones son formas de decir: “Soy aficionado de mi equipo”. Pero hay un nivel mayor: llevar, literalmente, los colores en la piel.
Los tatuajes son dibujos que se hacen introduciendo materias colorantes bajo la epidermis. Quitando el desgaste y decoloración natural, son permanentes, por lo que realizarlos implica una decisión para el resto de la vida.
En Toluca, el Club Deportivo Toluca FC ha sido un referente en la vida de miles de aficionados. Para ellos, esta afición es un compromiso a largo plazo.
Tatuajes del Toluca FC
Carmen Ortega, quien se tatuó a la mascota del club, sabe lo que es este vínculo. “Yo sé que es para toda la vida, pero mi amor, el equipo también lo es. [Para mí, el Toluca] es familia, es amor, es amistad”.
El tamaño no es impedimento. Pedro de la Rosa, quien actualmente radica en Querétaro, llevó esta pasión a un nivel macro. Un escudo del Toluca FC, el logo de la Perra Brava –porra del equipo– y el rostro de José Saturnino Cardozo –máximo goleador del equipo– cubren la mitad de su torso.
El proyecto, afirma, también incluirá a leyendas como Antonio Naelson “Sinha”, Walter Gassire y Vicente Pereda.
Los tatuajes de Pedro son no solo el amor al club, sino, indirectamente, a su familia. En especial a su abuelo, quien le inculcó el amor a estos colores.
Afición en la capital mexiquense
Los diseños de tatuajes del Toluca FC son variados, desde el escudo tradicional hasta los exjugadores y el diablito, la mascota del equipo. Erika “Kika” Domínguez, sin quererlo, se ha convertido en una de las tatuadoras favoritas de la afición del Toluca.
Con más de diez trabajos realizados, Kika explica que sus clientes los portan con mucho orgullo y que “es un sentimiento que muy pocos pueden comprender, no es tan fácil explicar. Es amor, es identidad, es pasión. Una insignia que te representa”
Su estilo es el bordado, pero ha tatuado esos colores en otras técnicas por igual. Kika, quien trabaja en el estudio Sublime Art Gallry, además es una destacada aficionada. Visita estadios siguiendo al club y forma parte de La Banda del Rojo, barra de los diablos. Ella, como pocos, conoce la relación entre el tatuaje, el equipo y la ciudad.
“Definitivamente ha dado identidad. He visto muchos negocios con posters de los equipos de antaño”.
Juan Roberto Toribio Valdés es un cliente de Kika, él se tatuó un escudo rodeado por un laurel. “Me gusta su trabajo y porque compartimos ese amor por el equipo sabría que tendría más significado el tatuaje”. Juan cedió un espacio de su piel al Toluca por “la lealtad hacia el equipo”.
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La cultura del tatuaje ha ido en aumento en los últimos años. Se estima que cerca de 12 millones de personas en México tienen algún tatuaje, de acuerdo al Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación. El Deportivo Toluca es un motivo para tener uno.