Teatro y equidad de género: el arte que busca un cambio

Toluca, México; 14 de abril de 2018. La Organización Internacional Canadiense de Derechos Humanos (OICH), en conjunto con el Gobierno del Estado de México,  presentó la puesta en escena La mujer sola, del dreamaturgo italiano Dario Fo, en el auditorio del Instituto de la Función Registral,  Toluca, con la intención de que el arte genere consciencia social […]

Toluca, México; 14 de abril de 2018. La Organización Internacional Canadiense de Derechos Humanos (OICH), en conjunto con el Gobierno del Estado de México,  presentó la puesta en escena La mujer sola, del dreamaturgo italiano Dario Fo, en el auditorio del Instituto de la Función Registral,  Toluca, con la intención de que el arte genere consciencia social en materia de derechos humanos, equidad y violencia de género.

A través de un monólogo que narra la vida de una mujer inmersa en una relación tóxica, la directora ejecutiva de la Misión México de la OICH, Briz Franco, expuso que el propósito de utilizar este formato para enviar un mensaje a la sociedad es producir un cambo en la cultura de preservación de derechos humanos en la ciudad, el estado y el país, además de promover el respeto a la equidad de género en los aspectos personales laborales y familiares.

El tópico de la equidad de género, que aborda el trato igualitario en oportunidades y respeto a la integridad tanto física como moral, es uno que requiere especial atención en el Estado de México, la entidad que más violencia ejerce sobre la mujer y que arroja las cifras más altas en todo el país de violencia de género.

Los casos de feminicidio en el Estado de México azotan a 79 municipios, lo que equivale al 63 por ciento de toda la entidad de acuerdo con los registros de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), quienes apuntan que de 2011 a 2017 no se reportaron delitos en sólo 46 municipios; es decir, el 37 por cierto.

Cabe señalar que no todas las víctimas denuncian los casos de violencia de género, entre otras razones, porque con frecuencia se les criminaliza o se les canaliza con negligencia institucional, como señalan activistas en defensa de los derechos de las mujeres.