Toluca, México; 15 de septiembre de 2019. Los Diablos Rojos perdieron, otra vez, en La Bombonera contra Monarcas Morelia en el partido de la jornada 9 de la Liga MX. Del equipo, que entregó un 0-2, poco que decir, siguen jugando a lo mismo: a nada; de la gente, todo que decir, este domingo jugó, gritó y, a pesar del puente, asistió y recriminó.
El descanso laboral-escolar puso las condiciones para hacer de este un partido familiar. Toluca, al ser una ciudad industrial, suele atraer a gente de otras latitudes que aprovechan puentes, asuetos y vacaciones para partir de ella. Cada vez se nota menos. Se percibe más arraigo. ¿Qué hacer un domingo en Toluca? Ir a misa, al partido o, en este caso, al grito.
Antes del partido, la gente no se notó mucho. Las taquerías, los puestos de tortas y de choripanes -una deliciosa novedad- se llenaron de aficionados quienes cuestionaban de quién era la responsabilidad de esta mala racha "Mancuello no está dando lo que tendría que dar", "Ya es tiempo de darle las gracias a Talavera" y "No podemos vivir de Pardo" fueron algunas de las expresiones escuchadas.
El estadio estuvo al 50% de su capacidad, aun así, los aficionados cantaron y se divirtieron. Un primer tiempo en el que ni Toluca, ni Morelia propusieron. Al descanso con el cero a cero. ¿Qué podía salir mal?
El segundo tiempo fue un desastre. Toluca se comió dos goles y pusieron las cosas en su lugar: Toluca es el segundo peor equipo de la liga. La gente lo notó. El aliento del primer tiempo se transformó en abucheos, 'oles' y 'fueras'.La canción que suele unir a la gente –el Matador– no se escuchó.
Toluca, canta y no llores. La última responsable de esta situación es la afición.