Toluca: del centro histórico al horizonte

Toluca: del centro histórico al horizonte
Toluca nos regala hermosas postales. Aquí algunas de ellas

Galería: Aventado Escutia

Cae la tarde

Tollocan y las Torres Bicentenario durante los últimos rayos del sol. Al fondo, en una pequeña bruma, se esconde el Xinantécatl. Se trata de una de las entradas a la ciudad. Esas dos torres de metal, que intentan reflejar la modernidad, dan la bienvenida a la capital del Estado de México.

Foto: Aventado Escutia

La esquina del palacio

En Toluca contamos con palacios custodiados por decenas de guardias, por vallas y servidores públicos. A solo unas cuadras, existen colonias donde solo los habitantes de la zona (y algunos valientes) entran. El contraste de la capital es notorio.

Calle Lerdo y Primo de Verdad. Foto: Aventado Escutia

Largas cebras y algunas sombras

En un mundo ideal, las ciudades deberían ser planeadas y construidas para la gente y no para los autos. En un mundo ideal, las cebras para peatones deberían existir en todos los cruces. En un mundo ideal, las cebras deberían ser así de largas en cada esquina.

Foto: Aventado Escutia

Las aves de la ciudad

Caminar por la mañana en el primer cuadro de la ciudad te permite observar y escuchar a las palomas, las tradicionales aves de Toluca, fusionadas con el sonido de las campanas de la catedral. Algunas personas acostumbran a comprarles maíz o palomitas y alimentar a las eternas mascotas de la ciudad.

Foto: Aventado Escutia

Solo se ilumina una parte de la ciudad

Los cerros que rodean al Valle de Toluca hacen que, por las tardes, solo se iluminen ciertas partes de la ciudad. Quizá sea una analogía de las desigualdades del municipio: unos iluminados, otros viviendo en la oscuridad, olvidados.

Foto: Aventado Escutia