Último día para disfrutar  de la Feria del Taco 

Zinacantepec, México; 18 de marzo de 2018. Tacos para todos. Para chicos, para grandes, para gordos y no tanto, para tragones y antojadizos, tacos para todos y para todos un taco. De lengua también hay tacos. Zinacantepec, fiel competidor por los mejores tacos de cecina, nos presenta por segundo año consecutivo la Feria del Taco “Ven y date […]

Zinacantepec, México; 18 de marzo de 2018. Tacos para todos. Para chicos, para grandes, para gordos y no tanto, para tragones y antojadizos, tacos para todos y para todos un taco.
De lengua también hay tacos.

Zinacantepec, fiel competidor por los mejores tacos de cecina, nos presenta por segundo año consecutivo la Feria del Taco “Ven y date tu taco”, que es un fin de semana de placeres mundanos y manjares callejeros, considerados como un regalo de los dioses y la octava maravilla a la mexicana al alcance de los mortales.

Ubicados a un costado de la Plaza Constitución, más de 50 taqueros de Zinacantepec y municipios aledaños se reunieron para agasajar a los entusiasmados y hambrientos visitantes que llegaban listos para disfrutar de los tacos al pastor, cecina, arrachera, tacos de canasta, cochinita pibil, tacos de cortes argentinos, barbacoa, chorizo, bistec, de guisado y hasta de acelga con queso, setas en adobo, en fin, hay para todos los gustos, presupuestos y edades. Para los estómagos más valientes la fina y ruda selección de salsas para los tacos, desde la clásica salsa verde hasta la de habanero que dejan los labios echando fuego.

Con un aroma que envolvía desde la entrada a la carpa, no se podía resistir el paladar oor unos buenos tacos y por qué acompañarlo de una, dos o tres cervezas para la digestión, mientras escuchabas una buena cumbia que te incitaba a bailar o los chistes de algún animado que estaba a la espera de su orden de tacos. 

Para la cruda, para la fiesta, para iniciar el puente, para aprovechar el combo Godín, alrededor de quinientos visitantes se encontraban en las primeras horas de actividades y los expositores se sentían entusiasmados y no dejaban de preparar e invitar a que pasaran a los puestos. 

Mucha risa y diversión para los carnívoros de corazón, quienes ya satisfechos y algunos que a temprana hora ya no dejaban de corear sus cumbias favoritas y hasta a la mesa se querían subir, no faltaba también el coqueto con la mesera y el que les recomienda a todos dónde sí y donde no comerse sus tacos favoritos y porque no hasta el que en plena master class de gastronomía a cargo de los alumnos de la UAEM, cantaba del otro lado de a carpa para contrarrestar el silencio y animar el ambiente familiar.