El Congreso local aprobó modificaciones a la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia del Estado de México, a fin de reconocer y visibilizar la violencia simbólica y mediática en la entidad.
La violencia simbólica es la que a través de roles de género y estereotipos, mensajes, valores, íconos o signos, transmite y reproduce dominación, cosificación, desigualdad y discriminación en las relaciones familiares, sociales y comunitarias, naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad.
Estas modificaciones a la ley reconocen y abordan la violencia simbólica como una forma de violencia que se manifiesta a través de contenidos producidos o difundidos por los medios de comunicación, los cuales estigmatizan a las mujeres.
Esta legislación destaca la importancia de visibilizar las conductas sutiles que atentan contra los derechos humanos y limitan el desarrollo de las personas, especialmente de las mujeres.
“La violencia mediática es un exponente de violencia simbólica a través de los eventuales contenidos que los medios de comunicación produzcan o reproduzcan con representaciones que estigmatizan a las mujeres”, expuso la diputada Anaís Burgos.
La medida aprobada se adopta con el objetivo de transformar las narrativas de violencia y promover una sociedad más justa y equitativa, donde todas las niñas, adolescentes y mujeres mexiquenses puedan vivir en plenitud y en espacios libres de violencia.
¿Qué es la violencia simbólica y mediática?
La violencia simbólica y mediática se refiere a una forma de violencia que se manifiesta a través de los contenidos producidos o difundidos por los medios de comunicación.
Esta violencia se caracteriza por estigmatizar a las mujeres, perpetuando estereotipos y reproduciendo esquemas de opresión, desigualdad y discriminación.
La violencia simbólica y mediática no utiliza la fuerza o la coacción de manera evidente, sino que legitima el poder simbólico, y en todos los casos, cuenta con la complicidad no consciente de quienes la reciben.
Anaís Brugos destacó que este tipo de violencia se ejerce a través del micromachismo, “el más sutil de las violencias simbólicas”, el cual se refiere a la práctica de la violencia en la vida cotidiana que es desapercibida y refleja la desigualdad de las mujeres respecto de los hombres y, de tanto repetirse, llega a naturalizarse.
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