Violenta jornada en Chilpancingo

Al menos 17 lesionados entre padres de familia, maestros y estudiantes, y dos reporteros, y tres policías federales golpeados y uno más agredido por un desconocido, fue el saldo de una gresca provocada por policías federales alcoholizados que intentaron (y al final lograron) impedir la organización de un concierto de bandas de rock en solidaridad […]

Al menos 17 lesionados entre padres de familia, maestros y estudiantes, y dos reporteros, y tres policías federales golpeados y uno más agredido por un desconocido, fue el saldo de una gresca provocada por policías federales alcoholizados que intentaron (y al final lograron) impedir la organización de un concierto de bandas de rock en solidaridad con los normalistas desaparecidos por la policía municipal de Iguala, entre los que estarían Panteón Rococo, Los Cojolites, Lengualerta, entre otros .

Los normalistas reportaron que de todas maneras el concierto Ayotzinapa: Encuentro Cultural, Musical y Artístico, se llevaría a cabo hoy, pero un poco más tarde, a través de su cuenta de Facebook, Panteón Rococó anunció su cancelación. Los policías se empezaron a retirar alrededor de las 8 de la mañana, y una hora más tarde, la Asociación Nacional de Abogados Democráticos publicó que recibió confirmación de que saldrían retirarían de Chilpancingo.

De acuerdo con diversos testimonios, los hechos comenzaron alrededor de las 4 de la madrugada en las inmediaciones del mercado de Chilpancingo, sobre la calle Insurgentes, donde los normalistas intentaban colocar unas vallas metálicas que habían sustraído de Casa Guerrero el día en que irrumpieron en el domicilio oficial del gobernador.

Los policías, según reportó temprano la agencia de noticias Irza, llegaron a bordo de un taxi vestidos de civil. En las inmediaciones del lugar se encuentran dos hoteles, Real del Sol, y Diplomático, donde están hospedados los policías federales que fueron traídos para garantizar la seguridad en la capital del estado. Panteón Rococó hizo la siguiente narración: “un grupo de normalistas a bordo de 2 camionetas fueron interceptados por un taxi con policías vestidos de civil en estado alcoholizado, quienes bajaron del vehículo y los comenzaron a agredir verbalmente, lo que generó una confrontación verbal. Después de la confrontación, estas mismas personas ingresaron al hotel Real del Sol, de donde salieron uniformadas portando insignias de la Policía Federal, junto con aproximadamente otros 30 elementos, 5 de ellos armados”.

El primer saldo de este hecho fue un normalista golpeado así como los tres policías que habían llegado vestidos de civil.Lambertino Cruz Antonio, el estudiante herido, fue reportado delicado e internado en un hospital de Chilpancingo.

Entonces llegaron más federales que estaban en El Diplomático, a apoyar a sus compañeros y se armó el pleito. Empezó la persecución contra los estudiantes, que se extendió hacia el mercado y las calles adyacentes. En su cuenta de Twitter, uno de los normalistas, Omar García, escribió, alrededor de las 6:30 de la mañana: “hasta el momento ellos se mantienen en la avenida, nos buscan con reflectores y por las calles. Hemos evitado la confrontación, corrimos para el cerro. Hay padres de familia con nosotros!”.

En ese lapso, los policías detuvieron a algunos maestros, les quitaron los teléfonos celulares con los que registraban la agresión, y los obligaron a caminar descalzos y después los liberaron.Uno de los uniformados agredió al reportero Carlos Alberto Ogaz Torres, a quien le lesionó una mano. Entre los lesionados también se menciona al reportero Alejandrino González.

En la confusión, desaparecieron los tres primeros agentes; la versión de la policía es que al parecer los normalistas se los llevaron en camionetas rumbo a la normal de Ayotzinapa. Los policías que salieron del hotel Real del Sol y de Diplomático, donde también están hospedados, a respaldar a sus compañeros, según varios testimonios, iban evidentemente alcoholizados y despedían olor a bebidas embriagantes.

Los maestros y normalista también se defiendieron e inició el intercambio de todo lo que había: piedras, botellas. Un padre de familia es herido por un cohetón que le estalla en la cara.

Los policías se repliegan, pero alrededor de las 6 de la mañana -encabezados por el comandante Espartaco, el que dirigió la represión contra maestros en 2011 y 2012- regresaron a bordo de unos siete autobuses y se armó otro conato de enfrentamiento. Para eso de las 7, estaban colocados los dos bandos frente a frente, en expectativa: por un lado, los federales mantenían una especie de barricada y, de lado del mercado, en Nicolás Bravo, los normalistas, apoyados por maestros y por miembros del Movimiento Popular Guerrerense, que se habían llegado al conocerse la alerta, mantenían otra.

Entonces ocurrió un hecho extraño. Una camioneta pick up apareció por el lado de atrás de los policías y se abalanzó contra ellos: lesionó a uno y golpeó a otros, y luego se retiró. Los normalistas, al ver la acción, lograron detener el vehículo y en ese momento descendió un hombre corpulento vestido con short y playera, que les gritó algo a los estudiantes, sacó un arma, los amagó y se echó a correr.

Poco después, los policías se empezaron a retirar y alrededor de las 9 de la mañana la Asociación Nacional de Abogados Democráticos, que ha acompañado a los normalistas, reportó que había recibido informe oficial de que la Policía Federal también se retiraría de Chilpancingo.

Las autoridades hasta las 10 de la mañana no habían dado a conocer una versión oficial.