Vive Líbano la peor sequía en 80 años

La peor sequía en Líbano desde hace más de 80 años corre el riesgo de desencadenar este verano una escasez de agua dramática, agravada por el despilfarro de recursos hidráulicos y la afluencia de refugiados sirios. En Aamiq, en el este del país, Jaled al Kaabi riega sus campos de avena un mes antes de […]

La peor sequía en Líbano desde hace más de 80 años corre el riesgo de desencadenar este verano una escasez de agua dramática, agravada por el despilfarro de recursos hidráulicos y la afluencia de refugiados sirios.

En Aamiq, en el este del país, Jaled al Kaabi riega sus campos de avena un mes antes de lo previsto. "Normalmente es a finales de mayo, pero este año las escasas precipitaciones nos obligan a hacerlo ahora", explicó a la AFP.

El nivel de precipitaciones de septiembre a agosto ha sido de tan sólo 431 mm, contra los 905,8 mm de un año antes, y un promedio general de 812 mm para este periodo, según el servicio de meteorología.

Hay que remontarse a 1932 para encontrar un año todavía más seco, explicó Hadi Jaafar, del departamento de ingeniería de irrigación y de gestión del agua de la Universidad americana de Beirut.

"Y si relacionamos la cantidad de precipitaciones con el número de habitantes, la temporada actual es la peor, dado que hace 82 años había la mitad de población", añade.

En Líbano, los agricultores utilizan para regar el agua de los ríos y de la lluvia. Pero este año el otoño y el invierno han sido demasiado clementes para poder llenar los depósitos.

"Vamos a bombear las aguas freáticas, pero si el año que viene vuelve a haber sequía, sólo quedará el 5% de estas aguas", lamenta Jaled al Kaabi.

El investigador Hadi Jaafar también da la voz de alarma. "La demanda de agua en Líbano es de 1.800 millones de metros cúbicos por año. Este año procederá sobre todo de las capas" freáticas.

Líbano es el país con el mayor número de habitantes por tierras cultivables de todos los países árabes, pero la agricultura sólo utiliza el 12% de la mano de obra y contribuye en un escaso 11,7 % al PIB, muy por detrás de los servicios y la industria.

– Situación "dramática" –

El director general de Recursos Hidráulicos y Eléctricos del Ministerio de Energía, Fadi Comair, califica la situación de "realmente dramática". Esto ha llevado en abril a la comisión parlamentaria de obras públicas y energía a pedir una "célula de crisis".

El número de refugiados y el despilfarro de las reservas no hacen más que empeorar las cosas.

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), sostiene que el aumento del número de refugiados sirios, que superan el millón, ha provocado "una fuerte caída" de los recursos de agua.

Además este año llovió y nevó la mitad de lo que acostumbra, añadió Comair. Tanto es así que las conocidas estaciones de esquí sólo abrieron dos días esta temporada en el país, niño mimado de la región, con 16 ríos y numerosos recursos acuíferos,

El problema de Líbano, bendecido por los dioses en medio de tierras áridas, es la falta de represas que hace que el 70% de los recursos acaben directamente en el Mediterráneo, explica Hadi Jaafar.

– Despilfarro –

En el ministerio de Energía, Comair echa pestes. "Los libanes despilfarran el agua", y el 48% de las reservas se pierde debido a las infraestructuras deficientes y a los escapes.

A modo de ejemplo, algunas de las calles de Beirut suelen estar inundadas por problemas de las canalizaciones que tardan semanas en ser reparados y, al mismo tiempo, una parte de los edificios tienen que recurrir a la empresa privada para abastecerse porque las autoridades suministran el agua con cuentagotas.

Pese a los llamamientos de las autoridades, los libaneses siguen lavando los coches y regando los jardines y terrazas.

Para "limitar la pérdida de recursos acuíferos", varios hombres de negocios y activistas han lanzado un plan quinquenal, que por ahora ha tenido poco éxito debido a la corrupción, la burocracia y la parálisis política.

(Con infomración de AFP)