#VocesSororas. Irma Bastida Herrera, una especie de dolor ilustrado

#VocesSororas. Irma Bastida Herrera, una especie de dolor ilustrado
Su trabajo responde tanto a una necesidad de creación como a una búsqueda por promover la reflexión

Desde hace 20 años, Irma Bastida se dedica a la ilustración, así como al diseño editorial y gráfico y dice que no sabe si considerarse feminista, pero aclara que por supuesto apoya la causa; añade que a ella no le gustan las etiquetas, pero es consciente de las situaciones de discriminación y violencia que existen y de la manera en que éstas se han normalizado.

En algunos entornos, explica, es “normal” que los hombres expresen sus opiniones o defiendan sus derechos, pero cuando las mujeres lo hacen son tachadas de “necesitar un novio” o “estar en sus días”. Sin embargo, considera que el descubrimiento de que esas situaciones no son “normales” sí ha comenzado a suceder.

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Contra la violencia y con dolor, el trabajo de Irma Bastida

Más allá de un asunto de género, desde una perspectiva mas profunda y emocional, a Irma Bastida le mueven las mujeres que son madres de los desaparecidos y desaparecidas: le parece tremenda la carga que ellas reciben al buscar a sus seres queridos, la manera en que la violencia les afecta, también, de manera indirecta.

Por eso, parte de su trabajo rinde un homenaje a la gente que ha sufrido la violencia. Su ilustración refiere a los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, a las personas que son reprimidas por manifestarse, a las víctimas de la guerra que hoy se libra. A través de su trabajo, ella invita a la reflexión de estos y otros temas, como la falta de justicia y la impunidad.

Hombres y mujeres, reconocer la violencia

Irma sí percibe una diferencia entre la violencia contra las mujeres que la que se ejerce contra los hombres. En el primer caso se da, precisamente, por ser mujeres. En ocasiones, dice también, a las mujeres también les cuesta comprender que se ejerce violencia contra ellas.

La función social del arte

Irma es una mujer de pocas palabras, pero explica que el arte es un reflejo de la condición social y a veces marca la evolución de la sociedad. Para ella la ilustración tiene una función más específica, en su caso, la de llamar la atención de ciertos temas. La ilustración, señala, tiene la directriz de poder marcar lo que se quiere decir.

La conversación con Irma lleva al abordaje del arte y su conceptualización. Con su trabajo Irma responde a situaciones específicas, por ejemplo, ella publica una ilustración cada día 26 de mes a propósito de los desaparecidos de Ayotzinapa, y cada lunes publica algo relacionado con la poesía —como respuesta a la eliminación, por órdenes directivas, de una sección de lectura de poemas en Caja Acústica, un programa de radio—. El trabajo de Irma responde tanto a una necesidad de creación como a una búsqueda por promover la reflexión.

Traductores de la realidad

Una plática con Irma siempre avanza hacia lo teórico, se reflexiona sobre si lo que se observa en su ilustración es “hermoso” —en el sentido de lo estético— o tremendo como resultado del mensaje que comunica; dice que el creador es una partícula social que refleja lo que hay alrededor, una especie de traductor, también una voz de los que no pueden hablar y ya no podrán hablar.

Marchas y sororidad

Irma Bastida no va a las marchas por una condición personal, pero simpatiza con en ellas y cree en la sororidad. En su entorno puedo ver esta situación, la percibe como una herencia que sigue repercutiendo.

El sistema patriarcal y las mujeres

La ilustradora Irma Bastida cree que además patriarcado hay mujeres que, aunque han reflexionado sobre el tema y se dan cuenta de lo que sucede, siguen apoyando y perpetuando dicho sistema; también sabe que hay mujeres que por su condición social o las oportunidades no han podido hacer consciencia de lo que sucede.

Para Irma Bastida, la ilustración es mejor que palabras

Irma asume que las palabras no son lo suyo, pero en un esfuerzo solicitado de dar un mensaje a las mujeres, Irma menciona que “uno debería tener que pensar en el sitio en el que está, ver qué ha hecho y empezar a hacer lo que realmente se quiere hacer”.