Aprueban leyes reglamentarias de Reforma energética

La Cámara de Diputados mexicana aprobó la madrugada de este sábado las leyes reglamentarias de una histórica reforma energética, con algunos cambios que ahora deberá ratificar el Senado, en una maratoniana sesión de casi 74 horas, considerada la más larga de su historia. Con la oposición del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), la […]

La Cámara de Diputados mexicana aprobó la madrugada de este sábado las leyes reglamentarias de una histórica reforma energética, con algunos cambios que ahora deberá ratificar el Senado, en una maratoniana sesión de casi 74 horas, considerada la más larga de su historia.

Con la oposición del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), la sala aprobó reformas a varias leyes para que el gobierno asuma como deuda pública parte de las pensiones y jubilaciones de la estatal Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), abra la posibilidad de otorgar concesiones y a contraprestar a las empresas bajo contratos de utilidad compartida con crudo o gas.

El acuerdo se dio en una sesión extraordinaria que arrancó el lunes y que se alcanzó nuevamente por consenso del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el opositor Partido Acción Nacional (PAN).

"Se alteran los principios constitucionales de evitar concesiones", denunciaba la diputada Aleida Alavez, del PRD, partido que se opone a la reforma energética porque expone al sector a las compañías privadas.

Al culminar la sesión cerca de las 5H00 locales (10H00 GMT) el presidente de la cámara aseguró que había sido la sesión más larga en la historia del Congreso y emplazó ahora a los senadores a que ratifiquen las modificaciones.

Además, la sesión tuvo que ser suspendida brevemente por la aparición de dos víboras colocadas por diputados de la izquierda como protesta.

La discutida reforma constitucional en materia energética pone fin al monopolio que por 75 años ostentó el gigante Pemex en la exploración y explotación de recursos energéticos y permite que entren a competir empresas privadas nacionales y extranjeras.

Ese proyecto ha sido el más ambicioso de la presidencia de Enrique Peña Nieto (2012-2018) y también el más rechazado, ya que cuenta con la oposición del PRD, que ha convocado a una serie de manifestaciones ciudadanas en los últimos meses, y de prestigiosas personalidades mexicanas.

El mandatario ha defendido que la reforma modernizará a Pemex -la compañía que aporta más de un tercio de los ingresos del Estado- e impulsará la producción de crudo, que cayó drásticamente en la última década desde los 3,4 millones de barriles diarios que se extraían en 2004 a los actuales 2,47 millones.

La petrolera volvió anunciar la semana pasada pérdidas por 4.000 millones de dólares correspondientes al segundo trimestre de 2014.