Cerca de 2 millones 720 mil personas (17 por ciento de la población) en el estado de México se encuentra en situación de pobreza alimentaria, es decir, no tienen para adquirir alimentos de manera habitual, su salario no les alcanza para comprar carne, mucho menos cuando un kilo tiene un costo de 160 pesos, que equivaldría a dos salarios mínimos, dos días de trabajo.
Datos del observatorio económico, integrado por catedráticos de diversas universidades entre ellas: UNAM, UAM y la facultad de Economía de la UAEM advierten un incremento general de la pobreza en la entidad, hasta de 4 puntos porcentuales.
En el 2013 el 13 por ciento de la población estaba en pobreza alimentaria, a finales de 2014 ya es el 17 por ciento, mientras el 57 por ciento de la población se concreta en la pobreza patrimonial (no tienen casa, coche, u otro inmueble de su propiedad).
Eduardo García Campa, catedrático de la facultad de Economía, reconoció que pese a los presupuesto millonarios destinados a Desarrollo Social y el combate a la pobreza, la estrategia emprendida por el gobierno es paternalista, y no ayuda a que estos ciudadanos mejoren su calidad de vida.
El panorama nacional advierte que se reporta una baja en el consumo doméstico, ligada al encarecimiento de la canasta básica, la precarización del empleo y el temor que se tiene a perder el trabajo ante el clima de incertidumbre social y económica por la que atraviesa el país.
La situación económica que se vive a finales de año, dijo García Campa, es alarmante, no sólo el hecho de que hay más pobres en la entidad, también porque a la clase trabajadora no le está alcanzando el gasto para comprar alimentos, es evidente la precarización del salario.
Basta observar los productos que se ofertan en mercados, debido a la temporada navideña, un kilo de jitomate puede llegar a costar 35 pesos (la mitad de un salario mínimo) el kilo de carne de res está en 160 (2 salarios mínimos), y en promedio la gran parte de la población percibe entre uno y 2 salarios mínimos al día, que evidentemente no destinan sólo a la compra de alimentos, ya que también se tiene un gasto enorme en transporte, vivienda. Finalmente el catedrático reveló que los niveles de pobreza han aumentado desde el 2012, y dadas las condiciones del país, en el 2015 el panorama sigue siendo desalentador.