Toluca, México. 23 de marzo de 2019. Han pasado seis “exitosos” días de haber iniciado las actividades del “Festiva Toluca de San José 2019”, el primer encuentro masivo, hecho híbrido festival patronal, en su mayoría con un cartel de programación radial y televisiva de música popular, que actividades culturales de buen nivel existentes en la capital de uno de los estados más importantes del país: Estado de México. “Exitosos” días para los organizadores y beneficiados de este gran negocio que es “Festiva Toluca de San José 2019”, al haber una inversión de 10 millones de pesos. ¿Quiénes ganan?
Suena a coro “mi do forte” político clerical en los corrillos de Los Portales de Toluca y de algunas iglesias de importancia, como La Catedral. Suena ese coro “mi do forte” casi al unísono, que el otrora alcalde panista, hoy de Morena, Juan Rodolfo Sánchez Gómez, tiene la mirada de un candidato a gobernador del Estado de México en las próximas elecciones (¡apenas empieza y todo lo que se dice!), por esa razón, a la rapidez de dos meses, concretó un festival masivo que lo pusiera de nuevo en el inconsciente colectivo de los toluqueños y del Valle de Toluca, con el pretexto de que durante su último año de gestión, se celebren a cabalidad, los 500 años de la fundación de Toluca.
“¡No hay mejor escenario!”, se escucha afuera de catedral, como película de ficción circense a la Fellini. Lo contradictorio de la ficción en la realidad, son los datos duros, la noche en que Yuri intentó, por todos los recursos posibles, seducir a su público toluqueño, los “inútiles” presentadores, que enojan y desesperan, en lugar entretener al “monstruo de las mil cabezas”, dijeron que había 60 mil personas en la Plaza de los Mártires. ¡Todos los ahí presentes nos sentimos neófitos en aglomeraciones!
Vamos por partes, al Teatro Metropólitan le caben tres mil personas con sonido cuadrafónico; al Auditorio Nacional, de excelsa soniridad, salvo malos ingenieros de audio: 10 mil personas; al Palacio de los Deportes, 20 mil almas en pena y el Foro Sol, 60 mil personas. Luego entonces, ¿la Plaza de los Mártires le caben 60 mil? ¿Sí?
De pronto, un vendedor ambulante, que se esconde como puede de la policía y algunos tipos de seguridad vestidos de civil, quienes persiguen o vigilan todo el tiempo a los chavos, pensando que traen chupe o algo más, grita a todo pulmón: “Volveráááá, la maldita primaveraaa”, de Yuri, en una fría noche de luna llena, en los primeros días de la primavera de Morena, en la mártir plaza de los desposeídos, los que no tienen para pagar un concierto de este tipo (¡enfatizan todo el tiempo, las autoridades “dadoras de vida”, cual Nezahualcóyotl!), los que no tienen cómo llegar a casa; los que no tienen futuro; los que saben que lo único inmediato es un poco de música gratis dentro suyo antes de desaparecer.
En lo que va del primer encuentro masivo del trienio del alcalde Juan Rodolfo Sánchez Gómez, se han presentado en la Plaza de los Mártires un peculiar caldo de cultivo sonoro, con prácticamente llenos: Sonora de Margarita, Celso Piña, Flans, La Adictiva, Ray Mix, Yuri y, la noche de este sábado 23 de marzo Aida Cuevas. Faltan por transitar por aquí Fernando de la Mora, Filippa Giordano, ambos provenientes de la música clásica y el frío clima de la capital estatal, en el altiplano mexiquense, a dos mil metros sobre el nivel del mar, les puede afectar sobremanera al momento de su actuación a cielo abierto.
También estarán Lucero, Pandora, Los Ángeles Azules y Emmanuel y Mijares, si usted está interesado en asistir con acceso gratuito, consulte la cartelera en las redes sociales y en nuestro portal. Por cierto, el sistema de audio e iluminación en el concierto de Celso Piña estuvo a medio trabajar, cumpliendo. Con Yuri, la primera canción fue un desastre y la intérprete veracruzana lo dijo al aire, la noche del viernes 22 de marzo. Con los demás, ha habido nivel hasta donde se ha podido apreciar.
Hay algunas quejas de la ciudadanía en una semana, como era de esperarse, como el horario para disfrutar en familia de los juegos mecánicos, ubicados frente al Teatro Morelos, no dejando ver su arquitectura recién remodelada. Todo está amontonado. Una hora antes de los conciertos estelares en la Plaza de los Mártires, se apagan los juegos mecánicos, dejan de funcionar porque así lo piden los representantes de los grupos, dicen los técnicos; la policía indica que es por seguridad, porque al momento de la música masiva, no pueden atender emergencias en los juegos mecánicos.
La gente pobre no sabe qué decir cuando ve los vehículos militares rodear la Plaza de los Mártires, sienten que los les van a convertir en eso, en mártires. La seguridad exagerada nos permite pensar que son más policías disfrazados que “natura gente in divertimento”. La conocida gente de la tercera edad de Toluca, pasa de largo ante el gran escenario de la Plaza de los Mártires. “La gente bien”, la gente de apellidos españoles nativos del altiplano mexiquense, se retira a sus casa o a sus iglesias, mientras el ritual pagano invade sus oídos, sus lares, sus sucios patios al aire libre.
“¿Y las actividades culturales, apá?”. Las actividades programadas por la directora del Instituto de Cultura de Toluca, Cecilia Portilla Luhrs, a tambor batiente, no podido alcanzar el objetivo deseado, no han podio persuadir y encontrar a su cautivo auditorio. Pareciera competencia desleal dentro de la misma administración de Juan Rodolfo Sánchez Gómez, entre la Dirección de Comunicación y la de Cultura, porque cada quien anda por su lado y cada uno resuelve como puede. Hay cosas interesantes, de talento local, como nada más y nada menos que el mimo Alfonso Virchez, considerado el referente mexicano en Francia y quien conociera al mismísimo Marcel Marceau; los grupos mexiquenses, toluqueños que han hecho giras por Europa y Asia, como Sonido San Francisco. En fin, la programación cultural está flaca, varada, sin apoyos suficientes, como el caso del joven poeta Aldo Robinson Butzman, quien fue a leer a las comunidades toluqueñas por varios días sin que nadie supiera de su existencia y con nula o poca promoción y difusión.
“De esa forma, no hay manera que las cosas salgan como debe o como se ven en papel sobre escritorio, en un festival desigual, desequilibrado, sin peso para la cultura, sin importar el talento local. Es un festival sin chiste”, concluyó el joven vate nacido en Durango, peso asentado en Toluca desde hace más de dos décadas.