Los buitres andan sueltos

La miseria humana aflora en los desastres naturales y muestra actitudes que no se deben olvidar para que en su momento se sancionen
octubre 27, 2023

El día de ayer, en «la Mañanera», se proyectó una foto impactante tomada en 1993 de un buitre esperando, aparentemente, el desfallecimiento de un niño gravemente desnutrido de dos años de edad para abalanzarse sobre él —primero, se dijo que era una niña—, esto sucedió en Sudán durante una severa hambruna.

El fotógrafo fue reconocido con el premio Pulitzer, pero a pesar de ello, agobiado por las críticas por su falta de auxilio al menor, finalmente se suicidó.

Esa emblemática foto se recordó en virtud de la mezquindad con la que se condujeron diversos actores políticos y medios de desinformación por el paso del huracán «Otis» en el estado de Guerrero.

Un ejemplo de lo anterior fueron las estridentes senadoras de siempre del PRIAN y un senador del grupo independiente que aprovecharon para, desde la tribuna, pretender sacar raja política del desastre natural. No dudaron en pretender lucrar, incluso, antes de conocerse las consecuencias en términos de vidas humanas.

La principal crítica fue cuestionar airadamente la desaparición del Fideicomiso Fondo de Desastres Naturales (FONDEN), proponiendo fórmulas sobre las rodillas como incrementar el precio estimado de los barriles de petróleo para según ellos obtener recursos.

Lo anterior propició que las autoridades de la Secretaría de Hacienda tuvieran que desmentir tajantemente lo expresado en tribuna, en razón de que los legisladores no dijeron que el fideicomiso fue extinguido por la corrupción en su manejo, misma que quedó evidenciada en diversas auditorías. Pero ello no implicó la desaparición de un programa soportado presupuestalmente para la atención de desastres naturales con recursos y mecanismos suficientes para afrontar cualquier eventualidad.

Por otra parte, medios de comunicación cuestionaron por qué el presidente acudió por tierra y no en helicóptero a Acapulco, lo que incluso ocasionó que su vehículo se atascara y tuviera que caminar entre el lodo. No alcanzan a entender que lo hizo, precisamente, para recorrer pueblo por pueblo y evaluar sin matiz alguno la realidad del desastre.

La miseria humana aflora en los desastres naturales y muestra actitudes que no se deben olvidar para que en su momento se sancionen. Esto nos recuerda que debemos estar atentos, porque los buitres andan sueltos.

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