- El menú de los delincuentes en prisión es de tres comidas al día, comen mejor que los 8 millones de mexiquenses en situación de pobreza, de cuales más de un millón que no tienen ni para llevarse un pan a la boca.
- Desayuno: huevos rancheros acompañados de frijoles, atole de chocolate y tortillas.
- Comida: sopa de verduras, hamburguesas, papas fritas, frijoles de olla, agua de limón, galletas de nieve y tortillas.
- Cena: chilaquiles verdes con queso y crema, frijoles de olla, café y pan.
Dar de comer a la población carcelaria del Estado de México es carísimo. Sólo el año pasado “La Cosmopolitana”, – empresa que surte los alimentos a los penales estatales- se llevó contratos por 499 millones 192 mil 020.60 pesos, que le fueron entregados por adjudicación directa, como lo da a conocer la propia Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana en la solicitud de información: 00208/CSC/IP/2017, que entregó a AD.
Eso representa, que en promedio la comida de los reos del Estado de México, costó a los contribuyentes mexiquenses un millón 367 mil 649 pesos diarios.
Y es que, a los internos les va de maravilla ,al menos con los alimentos, pues comen tres veces al día, algo que difícilmente logran hacer ocho millones de mexiquenses que viven en situación de pobreza y los más de un millón que no tienen ni para comer.
Los internos desayunan, comen y cenan. Pero donde mejor les va es en las comidas pues estas incluyen: entrada, plato fuerte y hasta postre, pero también van acompañadas de agua, frijoles y tortillas.
Los menús deben incluir: carne, pollo, pescado o atún, pues las autoridades cuidan que la dieta sea sana y equilibrada, y que contenga cierto número de calorías. Por si fuera poco, los contratos le exigen a la Cosmopolitana que los menús no sean repetitivos, es decir, un guisado no se puede volver a servir en los siguientes 31 días naturales.
Glotones
Alfa Diario tiene en su poder el desglose de las viandas que se sirvieron en los meses de noviembre y diciembre. De acuerdo con esos documentos, por ejemplo, el “Menú 15” reportó de desayuno: huevos rancheros acompañados de frijoles, atole de chocolate y tortillas. En la comida se sirvió: sopa de verduras, hamburguesas, papas fritas, frijoles de olla, agua de limón, galletas de nieve y tortillas. Mientras que en la cena los presos degustaron: chilaquiles verdes con queso y crema, frijoles de olla, café y pan.
Otro de los menús reporta de desayuno: tinga de pollo, frijoles de la olla, atole de vainilla y tostadas. La comida consistió en: arroz blanco, chambarete en mole verde, frijoles de la olla, agua de mango, paleta de caramelo y tortillas. Mientras que en la cena sirvieron: torta española, frijoles refritos, café de olla y tortillas.
Otro de los menús que se sirvieron tuvo de desayuno: espinacas de papas con queso, frijoles de la olla, atole de cajeta y tortillas. En la comida los internos degustaron: arroz blanco, pozole rojo con codillo, frijoles de la olla, agua de limón, palanqueta de cacahuate y tostadas. Mientras que la cena incluyó: huevo a la mexicana, frijoles de la olla, té de manzanilla y tortillas.
Pero un ex inquilino de un penal mexiquense consultado por este diario afirma que la comida deja mucho que desear y la calificó de “desabrida” y en algunas ocasiones hasta descompuesta. Y sostiene que la mejor comida es la que sus familiares les llevan en los días de visita o la que ellos mismos se cocinan pues hay algunas celdas donde tienen pequeñas parrillas.