Toluca, México; 17 de julio de 2018. Tlatlaya, en el sur del Estado de México, tiene por lo menos seis yacimientos de oro concesionados a empresas mineras hasta el 2014. Ese municipio tomó notoriedad mundial cuando el 30 de junio de ese año fueron asesinadas 22 personas por el ejército mexicano. Las víctimas, presuntamente, eran integrantes del crimen organizado, aunque otras versiones apuntan que algunos de ellos eran parte de grupos de resistencia que se oponían a la extracción minera en esa región.
Según el mapa de la página web, Jóvenes en Emergencia, disponible en https://bit.ly/1sAToEg, algunas de las minas que se encuentran en tierra mexiquense son Real de Belem, La Sierrita, Laguna Seca y El Gambusino y pertenecen al Cinturón del Oro, que atraviesa Guerrero y que tiene su centro geográfico en la escuela normal rural de Ayotzinapa.
El sur de la entidad mexiquense es rica en minerales como plata, zinc, oro y plomo, cuya distribución aparece en mapas de la Secretaría de Desarrollo Económico, así como en documentos del Instituto de Fomento Minero y Estudios Geológicos del Estado de México (INFOMEGEN).
De acuerdo a cifras oficiales, el Estado de México otorgó, hace dos años, 247 concesiones mineras federales concentradas principalmente en municipios de la región sur y occidente del estado.
El Fondo Minero del gobierno del Estado de México anunció que este año destinará 25.6 millones de pesos en la realización de 14 obras en Ixtlahuaca, Villa de Allende, Villa Victoria, Donato Guerra, Amatepec, Otzoloapan, Tejupilco, Tlatlaya, Santo Tomás, Temascaltepec, Zacazonapan y Zacualpan. Además, se podrían terminar cuatro obras de rehabilitación en los municipios de Ixtlahuaca, Villa de Allende, Donato Guerra y Villa Victoria.