Continúa el cierre de jardines cheleros y bares sin licencia en el Valle de Toluca

Desde el año 2016 a la fecha han sido cerrados cerca de 200 establecimientos de venta de bebidas alcohólicas ubicados en las inmediaciones de planteles educativos en el Valle de Toluca, señaló Patricio González Suárez, presidente de la Asociación de Bares y Restaurantes de la entidad (ASBAR), Detalló que San Mateo Atenco, Santiago Tianguistenco y […]

Desde el año 2016 a la fecha han sido cerrados cerca de 200 establecimientos de venta de bebidas alcohólicas ubicados en las inmediaciones de planteles educativos en el Valle de Toluca, señaló Patricio González Suárez, presidente de la Asociación de Bares y Restaurantes de la entidad (ASBAR),

Detalló que San Mateo Atenco, Santiago Tianguistenco y Toluca son los municipios que más concentran este tipo de lugares, aunque puntualizó que la mayoría de las demarcaciones tiene incidencias al respecto.

Afirmó que además de representar una competencia desleal para el establecimiento formal, son lugares que por lo regular actúan fuera de la legalidad.

En este sentido se dijo a favor de que cierren centros cheleros y giros negros, pues dijo, inciden en las conductas de los estudiantes que los visitan, especialmente los de nivel medio superior y superior.

“Cuando hay lugares muy cerca de las escuelas interfieren en los horarios escolares, obviamente no pueden estar ahí, la mayoría son lugares clandestinos, además vender alcohol a menores de edad u operar sin licencia es un delito, según lo marca el Código Penal…”

González Suárez afirmó que los cierres o clausuras de dichos lugares se complican cuando se establecen en casas y no en locales comerciales.

“Cuando lo hacen en casas habitación es complicado para la autoridad, pues requiere una orden de cateo y deben estar seguros de que exista la comisión de un delito, ahí se complica un poquito más cerrar esos lugares clandestinos sobre todo cuando son casas, terrenos o tienditas…”

Para finalizar dijo que la ASBAR se mantiene atenta de que los establecimientos cerrados no vuelvan a reabrirse, así como de la vigilancia de que no exista el quebrantamiento de sellos, lo cual implica un doble delito.