Covid los obliga a cerrar el circo y trabajar en la calle

Las provisiones en la alacena de la familia Orozco comenzaron a faltar, por eso decidieron trasladar su espectáculo circense a los semáforos de la carretera Toluca-Tenango

Osvaldo Orozco y su familia cambiaron las carpas, luces y escenarios, por la vía pública, el ruido de los autos y los rayos del sol. Durante años se han dedicado al espectáculo circense, pero la contingencia sanitaria provocó que el circo “Leoncely”, donde trabajaban, cerrara sus puertas.

“Sí nos ha afectado al 100 por ciento. Nosotros vivimos de las entradas de las ventas del circo. No tenemos otro ingreso que no sea del circo.”

Las provisiones en su alacena comenzaron a faltar, por eso decidieron trasladar su espectáculo circense a los semáforos de la carretera Toluca-Tenango.

“Tenemos como 10 días saliendo a los semáforos, seguimos vendiendo manzanas con caramelo, con eso nos hemos ido manteniendo.”

Para los cinco integrantes de la familia Orozco el circo es su vida completa, por eso ponen toda su energía cuando salen al show… aunque el escenario sea diferente.

“Nosotros sin el circo no podemos vivir, no nada más nosotros. Los chavos preguntan que para cuándo vamos abrir, quieren las luces, el escenario, la vibra de estar en una pista también.”

Emilia, Osvaldo y sus tres hijos de 12, 7 y 4 años de edad se preparan minutos antes en su remolque. Ahí cambian las sudaderas y pants por los trajes con brillos, sus rostros se impregnan de maquillaje y afinan el peinado de cada uno.

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“Ha sido un cambio muy drástico, nosotros ya teníamos nuestra vida. Nunca habíamos hecho esto de venir a los semáforos, creo que ni imaginamos hacerlo.”

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Ya con los rayos del sol, los malabares, la magia y la capacidad de estirar el cuerpo comienzan. El espectáculo se lo llevan los más chicos.

“Vinimos al semáforo con nuestros niños porque los tenemos que traer, no tenemos con quién dejarlos. Gracias a Dios somos una familia y también ellos nos apoyan, vienen para poder sacar para nuestros gastos porque no tenemos.”

La ayuda para los Orozco se hace presente por parte de los automovilistas quienes les regalan despensa, ropa o una propina; pero también se han enfrentado a la indiferencia de los elementos de las policías municipales quienes los han retirado de las esquinas.

“En Metepec sí nos han parado varias patrullas, nos dicen que no podemos trabajar, les hemos explicado nuestra situación ahorita como está el país por el covid, que traten de entendernos, que lo estamos haciendo para salir adelante.”

Cuando la buena voluntad de los automovilistas está de su lado llegan a reunir en un día hasta 600 pesos, sin embargo hay días en los que ni siquiera pueden bajar sus instrumentos de trabajo debido a que las autoridades no se los permiten.

“Hay a veces que nos estamos poniendo y llega la patrulla y nos quita y en ese momento nos tenemos que retirar y no sacamos ni lo de la gasolina.”

Si bien el semáforo epidemiológico ya se encuentra en naranja, la familia Orozco ve lejana la reapertura de su fuente de trabajo, pero esto no les impide seguir confiando en la magia que hay detrás del circo.