¿Cuánto sabes, cuánto vales?

De acuerdo con un estudio comparativo hecho por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y divulgado esta semana, el promedio de ingresos que obtiene en México una persona que terminó sus estudios de licenciatura es de 10,855 pesos la mes. ¿Es mucho, es poco, es justo, es motivante? Como muchas cosas en la vida, […]

De acuerdo con un estudio comparativo hecho por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y divulgado esta semana, el promedio de ingresos que obtiene en México una persona que terminó sus estudios de licenciatura es de 10,855 pesos la mes. ¿Es mucho, es poco, es justo, es motivante? Como muchas cosas en la vida, eso depende…

Como se trata de un promedio, esconde muchos matices que siempre es importante tomar en cuenta para conocer exactamente de qué estamos hablando. Los datos que el IMCO despliega en su estudio hablan de que, alguien que posee una licenciatura gana en promedio 75% más que aquellas personas que sólo terminaron la educación básica (que ahora incluye la Preparatoria). Eso podría ser un aliciente para cursar estudios superiores. Sin embargo, al compararse, digamos, con el salario mínimo vigente en los Estados Unidos, esa cantidad equivale a lo que en aquel país ganaría un trabajador con salario mínimo (un albañil, por ejemplo) trabajando sólo 2.6 horas al día. Eso ya no es tan reconfortante.

Pero, por otro lado, los datos del IMCO reflejan que un licenciado en Finanzas, banca y seguros gana en promedio $20,259 al mes, mientras que un licenciado en Filosofía sólo gana $7,698. Esto puede ser importante para decidir qué estudiar. Ahora que, las diferencias entre carreras no sólo se reflejan en los sueldos, sino también en su tasa de ocupación y tasa de informalidad. Porque Finanzas es de las mejor pagadas, pero no aparece entre aquellas que tienen menor tasa de desempleo.

Dado que el estudio tiene un enfoque claramente monetario, nos pone las cosas en términos de cuánto invierte un estudiante y el tiempo que le llevaría recuperar esa inversión. Ello dependerá -considera el estudio- no sólo de qué carrera se estudia, sino en qué institución: pública o privada. Sus cálculos le permiten afirmar, por ejemplo, que Física es una carrera con la mejor “calidad de inversión”, por tener un alto rendimiento y bajo riesgo. En promedio, recuperar la inversión en dicha carrera toma tres meses (si es que se estudió en una universidad pública) y 46 meses (en los casos en que se haya estudiado en una universidad privada). En contraste, alguien que ahora estudie una carrera en Terapia y rehabilitación, enfrentará un bajo rendimiento y alto riesgo, ya que recuperar la inversión le podría tomar 20 meses, si se estudia en una universidad pública, y más de 20 años si se estudia en una universidad privada.

Cuando se revisan los datos que arroja este estudio queda muy claro que debido a la transformación que sufrió este país en el último tercio del siglo XX, sobre todo, en materia de disminución del sector público y apertura al libre comercio con prioridad a la privatización de casi todas las actividades laborales, se ha generado una recomposición de las perspectivas de desarrollo profesional. Igualmente se puede decir que hemos generado un mercado laboral en el que los universitarios tienen que competir poniendo como mercancía a vender sus conocimientos y habilidades.

Cuando revisamos las cifras y miramos las tendencias nos queda muy claro que el saber, la profesionalización y la habilitación para desempeñar tareas específicas hoy está más lejos que nunca de buscar mejorar a las personas, apreciar y desarrollar sus talentos y formarlos para que hagan buena sociedad. Eso ya no es el objetivo de la educación superior, ahora lo es ese mercado laboral voraz y despiadado que nos dice cuánto sabes, cuánto vales.