Del vengador anónimo que asesinó a los asaltantes de pasajeros de camiones de conocida línea de transporte, no hay nada; al parecer ya surgieron otros; de lo ocurrido a la altura de Ocoyoacac, en la carretera México-Toluca a la fecha ya hay más notas de diferentes medios que dan cuenta de rateros ultimados en Naucalpan, Ecatepec, entre otros, los usuarios de camiones y ahora combis ya componen corrido y canciones que narran historias de sus nuevos defensores, el estado ha fallado, no garantiza ya la seguridad de sus ciudadanos, a pesar de ser una de sus obligaciones primarias.
Las fervientes declaraciones públicas del estado mexiquense, vía Secretario General de gobierno estatal, quedaron en saco roto, prometió todo para la captura y esclarecimiento del caso, eso fue todo.
La justicia ha fallado, hay inseguridad e incumplimiento de obligaciones constitucionales que debe cumplir la autoridad y es omisa en hacer su trabajo, ya no se garantiza en esta entidad que “nadie podrá ser privado de la vida, de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las leyes expedidas con anterioridad al hecho”, como establece el artículo 14 Constitucional.
El estado tampoco es garante ya de que “nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento…”, según renglones del artículo 16 Constitucional.
Con los vengadores anónimos en surgimiento se rompió en esté estado el dicho de que “ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma, ni ejercer violencia para reclamar su derecho.” tomado del texto del artículo 17 Constitucional, de donde se puede deducir que las fallas del estado y de sus administradores no son menores.
En otro orden de ideas, el salario mínimo de $80.04 pesos vigente para 2017 de qué sirve, siete pesotes más que el de este año ─$73.04─, que representa un aumento de 9.58%; la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) poco le importó las propuestas de subirlo a $89.3 ─ propuesta de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) ─, o $100 como externo la Confederación de Trabajadores de México (CTM) ─ generando voces que aseguraron que 100 pesos sería mucho dinero para los mexicanos, se asegura así sentenció Manlio Fabio Beltrones ─, a pesar de ello el porcentaje es ficticio.
Según la nota de Enrique Galván Ochoa, en su columna “Dinero”, Jornada 5 de diciembre de 2016, la Conasami utilizó dos fórmulas para llegar a su sesuda decisión: aplicó algo que bautizó como un monto independiente de recuperación determinado en cuatro pesos quince centavos ─ monto ajustado por quien esto escribe ─ y un aumento de 3.9% aplicado a los $73.04 vigentes hasta el 31 de diciembre de este año, porcentaje a utilizar para los pagos al IMSS; esto quiere decir que el aumento a los salarios de los burócratas estatales en 2017 será tan solo de 3.9%, ya veremos dijo el ciego.
Sin embargo los ochenta pesotes ya quedaron pulverizados, en razón de que el dólar sigue encareciéndose, subiendo los costos de todo ─ la luz, los pasajes han subido ya, gasolina y gas en enero, el regalo de año nuevo ─ , la canasta básica rebaso totalmente ese salario, sin que se vea por ningún lado la recuperación del poder adquisitivo hasta por un 15% de esa cantidad como lo aseguró el Secretario del Trabajo federal y otros voceros del gobierno, claro ellos no saben que el kilo de carne maciza ya cuesta 160 pesotes (dos días de salario), el recaudo semanal cuesta ya al menos $450 (cinco días de salario), como consecuencia aritmética, ya no alcanzará para pasajes, renta, pago de luz, educación de los hijos, recreación, y más que debe garantizar el estado como lo mandata el 123 Constitucional.
En tanto los más pobres se multiplican en el estado de México, los 8 millones 269 mil 852 personas en situación de pobreza no disminuyen y al parecer tampoco son los que hacen filas para recibir una dadiva de los programas de asistencia social que ha generado a más vividores y por supuesto mucha gente floja, apostando a la futura entrega de su voto a favor de quien le digan; a los que se agrega los más de 875 mil jóvenes sin perspectivas de desarrollo y sin empleo, de donde un gran porcentaje son egresados de educación superior.
Los maestros tampoco se salvaron, fueron atacados a última hora, muchos fueron obligados a la aplicación del examen para la permanencia sin ser su voluntad presentarlo; sin embargo la amenaza que se avecina es mayor, el titular en turno del ejecutivo federal aseguró hace dos semanas que sus reformas estructurales serán la plataforma política de sus candidatos, ¿acaso habrá maestros que hagan campaña para ser evaluados y con las reprobaciones anunciadas, ser despedidos?, ¿la ambición personal de muchos profes de las mareas rojas, generará el suicidio magisterial?, son preguntas, simples preguntas para la toma de conciencia colectiva del profesorado aún cautivo en sus creencias individuales.