Las autoridades iraníes protestaron por un beso que la actriz iraní Leila Hatami, miembro en esta edición del jurado del Festival de Cannes, dio en la mejilla al presidente del certamen, Gilles Jacob.
En declaraciones reproducidas aquí por medios locales, el viceministro iraní de Cultura, Hossein Noushabadi, lamentó el saludo con beso que la actriz dio recientemente aquí al presidente de Cannes, Gilles Jacob, durante una ceremonia del certamen más prestigiado del mundo.
“Los que participan en eventos internacionales deberían tomar en cuenta la credibilidad y la castidad de los iraníes para no mostrar una mala imagen de las iraníes”, comentó el viceministro iraní de Cultura, Hossein Noushabadi, sobre el gesto de la actriz, que en sus apariciones en Cannes ha portado velo.
El alto cargo del gobierno iraní agregó en sus comentarios a una televisora iraní que “sea artista o no, la mujer iraní es el símbolo de la castidad y de la inocencia, así que una actitud inapropiada no es conforme a nuestros principios religiosos.
“Esta polémica basada en una costumbre habitual en occidente no tiene sentido”, declaró en su cuenta de Twitter personal, Gilles Jacob, el presidente de Cannes, que dejará su cargo este año.
“Soy yo quien le dio el beso a la señorita Hatami. En ese momento ella representaba para mí todo el cine iraní, enseguida volvió a ser ella misma”, agregó Jacob.
La actriz forma parte del jurado de nueve personalidades del mundo del cine, entre ellos el actor mexicano Gael García Bernal, encargados de conceder la Palma de Oro y los principales premios del certamen. El jurado está presidido por una mujer, la neozelandesa Jane Campion.
La actriz iraní es conocida mundialmente por su papel en la película “Una separación”, del director Asghar Farhadi, que ganó entre otros premios el Oscar a la Mejor Película de habla no inglesa en 2012.
La ley islámica prohíbe el contacto físico de una mujer con un hombre que no sea un familiar, recordaron aquí medios locales.