Ciudad de México.- Una vez más Angélica Rivera, la esposa del presidente Enrique Peña Nieto se ve involucrada en un presunto conflicto de interés, al utilizar una propiedad de lujo ubicada en Florida, Estados Unidos con autorización de una empresa que se espera compita por contratos lucrativos del Gobierno de México, de acuerdo con una investigación publicada hoy en The Guardian.
De acuerdo con The Guardian, la propiedad valuada en 2.05 millones de dólares y que se ubica en Key Biscayne, al sur de Miami Beach es ocupada por Rivera Hurtado desde el 2009, un año antes de que se casará con Peña Nieto.
La investigación del diario británico no aclara si ella tiene vínculos con la constructora desde antes de tener una relación con el que sería Presidente de México, y si Grupo Pierdant tuvo o no contratos con el gobierno del Estado de México en los tiempos en los que Peña fue Gobernador.
The Guardian asegura que “la compañía ha pagado el predial de un departamento adicional en Key Biscayne, comprado por medio de una subsidiaria establecida por Rivera”.
De acuerdo con la investigación “existe una relación poco ortodoxa entre la Primera Dama y el Grupo Pierdant, pues la propiedad en cuestión se halla en la Ocean Tower One, en una comunidad apartada con una piscina, canchas de tennis y un concierge o mayordomo de guante blanco ubicada en Key Biscayne, un opulento enclave en Miami-Dade County”.
“La Primera Dama dijo que vivió un año en el departamento de Florida con sus hijas. Su valor actual asciende a cerca de 3.5 millones de dólares”, según el grupo inmobiliario Zillow al diario.
Sin embargo, aclara el medio británico, “ella [Angélica Rivera] no mencionó al Grupo Piendant ni al fundador de la compañía, Ricardo Pierdant, quien tiene amplios intereses comerciales en México y Estados Unidos”.
The Guardian también menciona que “en 2009 Pierdant compró la unidad 404 en Ocean Tower One a través de una empresa, Biscayne Océano Holdings, aparentemente establecida para tal fin”.
Desde entonces, dice el reportaje, “parece haber dejado que la Primera Dama utilice la propiedad como una adición a su otro apartamento, en efecto, lo que les permite ser manejados como una sola unidad”.
En su investigación The Guardian cita el escándalo de la “Casa Blanca”, una lujosa mansión que Angélica Rivera compró a Grupo Higa, empresa que sostuvo contratos en el Estado de México durante la administración de Peña Nieto, y cuyo dueño, Armando Hinojosa, era amigo personal del ahora presidente de la República.