Don Adrián González, fiel continuador del Árbol de la Vida de Metepec

Metepec, México, 4 de abril de 2109. Con 80 años recién cumplidos, don Adrián González mira detenidamente sus manos para externar lo mucho que le duele no poder continuar creando más árboles de la vida, le duele no poder moldear lo más sencillo, le duele no poder enseñar, como debe, a las nuevas generaciones que […]

Metepec, México, 4 de abril de 2109. Con 80 años recién cumplidos, don Adrián González mira detenidamente sus manos para externar lo mucho que le duele no poder continuar creando más árboles de la vida, le duele no poder moldear lo más sencillo, le duele no poder enseñar, como debe, a las nuevas generaciones que se le acercan para pedirle consejo. El dolor es emocional, más que físico, pero es mayor su orgullo y ego lo que le permite abandonar su andadera para sentarse ante el sol en una dura silla de madera para contestar preguntas que tienen que ver con su proceso creativo. Desea ser escuchado, desea que su historia sea contada para que quien desee continuar haciendo el famoso Árbol de la Vida de Metepec, lo haga con el amor que merece, con la paciencia que amerita y con la proyección artística requerida.

Recuerda desde niño haber aprendido el arte de la alfarería en el taller familiar del “Pueblo Mágico” de Metepec. Tira la mirada al cielo para concentrarse y rememorar que fue zapatero fino para dama en el entonces México, Distrito Federal, antes de casarse. Una vez matrimoniado con doña María del Carmen, don Adrián González, quien no usa el apellido paterno, porque su progenitor no lo reconoció como su primogénito al nacer, volvió al altiplano mexiquense, a dos mil 600 metros sobre el nivel del mar, para volver al oficio que le ha dado fama mundial, ésa que a él no le hace mucha gracia, porque sólo se considera un buen continuador del arte de “edificar” Árboles de la Vida.

 

Sobrino del creador del Árbol de la Vida, don Timoteo González, don Adrián lo tiene presente siempre porque es su principal fuente de inspiración y respeto, al grado de que sus visitas al extranjero son memorables cuando se trata de enseñar el arte de la alfarería, porque para él es un arte, no sólo un oficio, porque no cualquiera puede concretar una pieza monumental, como también miniatura. Sus piezas de variados formatos, técnicas y tamaños son apreciadas en Alemania, Estados Unidos y Sudamérica. En México, lo mismo le ha vendido al ultimado candidato presidencial, Luis Donaldo Colosio, que al ex presidente de la República, Miguel de la Madrid Hurtado, así como a políticos de mediano pelo, comerciantes, empresarios y curiosos que llegan a su casa museo, porque se convirtió su hogar en eso, un museo, un taller, un recinto cultural.

La casa donde vive don Adrián González fue herencia temprana y la ha ido convirtiendo en un genuino museo con el paso del tiempo. Cada pieza es única, cada ornamento original en barro tiene su preciso lugar e historia. Incluso, tiene una pequeña iglesia dentro de la casa, edificada en honor a su fenecida esposa doña María del Carmen, como le dice cariñosamente, en donde yace la virgen del mismo nombre. Las habitaciones de igual manera, cada ornamento, cada pieza religiosa o no, tiene su por qué y para qué. Donde todos los visitantes, turistas e invitados especiales, se detienen de manera inevitable, es en la cocina y comedor, porque ahí tiene moldeada en barro la Última Cena en una larga mesa con sillas de pesada madera. Sobre la gigantesca mesa están las piezas recientes hechas en el taller instalado ex profeso con todo y hornos para la cocción de los materiales. Las piezas hechas en serio y no en serie, tienen precios diversos, como sus texturas, colorido y tamaño.

 

Antes de terminar la entrevista y el recorrido por la casa museo, le preguntamos a don Adrián si ¿aún se puede vivir de la alfarería, del arte en barro en Metepec? Concluyó enfático: “Pese a que ya no se hacen las cosas como antes, claro que se puede vivir, no sólo de la alfarería y el barro, sino de cualquier arte y oficio si se hace con amor, dedicación, paciencia y estrategia comercial”.