Edoméx: la medición de la miseria

Toluca, México; 23 de abril de 2018. En el Estado de México hay 7 millones 450 mil 400 trabajadores, de los cuales sólo un millón 581 mil 890 están asegurados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social y tienen las prestaciones de ley, de acuerdo con el Informe Laboral de abril de 2018 de la […]

Toluca, México; 23 de abril de 2018. En el Estado de México hay 7 millones 450 mil 400 trabajadores, de los cuales sólo un millón 581 mil 890 están asegurados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social y tienen las prestaciones de ley, de acuerdo con el Informe Laboral de abril de 2018 de la Subsecretaría de Empleo y Productividad Laboral de la Secretaría del Trabajo.

Del universo total de la fuerza laboral mexiquense, el 4.6 por ciento, alrededor de 310 mil 747 mexiquenses están desocupados, cantidad que representa 1.4 puntos porcentuales mayor que la media nacional, que se encuentra en 3.2 por ciento de desocupación de la población económicamente activa.

El salario promedio de los trabajadores en el Estado de México es de 340.1 pesos diarios, nueve pesos menos que el promedio nacional que es de 349.4 pesos al día.

Sin embargo, las estadísticas indican que la mayor parte de los mexiquenses subsiste con un promedio de ingresos de uno a cinco salarios mínimos. 2 millones 593 mil 134 mexiquenses, el 34 por ciento de los trabajadores en el Estado de México, viven con un promedio de 2 mil 120.64 a 4 mil 241.28 pesos mensuales.

Así, 2 millones 483 mil 098, el 33.3 por ciento de la fuerza laboral mexiquense subsiste con un promedio de 6 mil 361.93 a 10 mil 596 pesos cada mes.

De acuerdo con información de la Procuraduría Federal del Consumidor, el precio promedio de 14 productos de la canasta básica en el Estado de México es de 546 pesos. Si cada trabajador en el estado compra una vez a la semana la despensa, estaría gastando 2 mil 184 al mes pesos sólo en alimentos (huevo, pollo, bistec, cerdo, arroz, limón, papa, frijol, jitomate, cebolla, zanahoria, calabaza, manzana y plátano).

Del total de trabajadores mexiquenses, 5 millones 312 mil 268 son asalariados, 1 millón 636 mil 866 son trabajadores por cuenta propia, 250 mil 257 son empleadores y 250 mil 909 trabajan sin remuneración económica.

A pesar de que paulatinamente se han acotado las brechas de desigualdad entre hombres y mujeres en el país, en el Estado de México son los hombres quienes perciben en promedio más por el mismo trabajo que el desempeñado por el sector femenil.

En la entidad el ingreso promedio es de 5 mil 500 pesos al mes, sin embargo, los hombres ganan 6 mil pesos y las mujeres 4 mil 500. En el país en promedio los trabajadores perciben 5 mil 869 pesos al mes, sin embargo los hombres obtienen 6 mil 423 pesos y las mujeres 4 mil 960.

Entonces, 2 millones 615 mil 871 mexiquenses trabajan en la prestación de servicios, un millón 534 mil 486 en el comercio, un millón 368 mil 250 en la industria manufacturera, 547 mil 543 en la rama de transportes y telecomunicaciones, 363 mil 95 son empleados de gobierno u organismos internacionales, 330 mil 434 se dedican al campo y 32 mil 428 a la industria extractiva y la electricidad.

En el microcosmos mexiquense se percibe uno de los más grandes problemas que azotan al país, el del desempleo y la inequidad en la distribución de la riqueza, a pesar de que la entidad es la que mayor aporta al Producto Interno Bruto de la nación, superado sólo por la Ciudad de México.

El Estado de México, con una población total de 17 millones 455 mil 27 habitantes contribuye con el 9.4 por ciento del PIB nacional que, de acuerdo con datos del Banco Mundial, suma un billón 46 mil millones de dólares y sitúa a México como la onceava economía del mundo.

Con un PIB aproximado de 104 mil millones de dólares y una distribución per cápita del ingreso de 6 mil 461 dólares anuales, la economía del Estado de México es más potente que los 31 estados restantes de la república, y es mayor que el PIB nominal de Honduras, El Salvador y Ecuador, quienes contribuyen a la economía mundial con 21 mil millones, 26 mil millones y 97 mil millones de dólares, respectivamente.

Sin embargo, la distribución de la riqueza y el desempleo en la entidad han impedido que la totalidad de la población viva por encima de la línea de bienestar, en la que se satisfagan las necesidades alimenticias, educativas, de salud, de vivienda y esparcimiento, y que permitan el ahorro que fortalezca el mercado interno mexiquense.

Así, los datos de la dependencia federal muestran que la mayor parte de los trabajadores mexiquenses no cuentan con seguridad social, ganan de dos a cinco salarios mínimos, y la mayoría son asalariados que desempeñan en el sector del comercio y la prestación de servicios.

De acuerdo con datos del informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2018 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el Estado de México encabeza la lista de entidades con mayor número de personas en situación de pobreza. En 2016 había 8 millones 230 mil pobres en la entidad, un millón 652 mil más que en 2008 en términos absolutos.

Asimismo, el Estado de México tiene cuatro de los diez municipios con mayor cantidad de pobres en términos absolutos del país. La nada decorosa lista la encabeza Ecatepec con 786 mil 843 pobres, Chimalhuacán posee 483 mil 845 y Nezahualcóyotl 393 mil 721.

La capital, Toluca, tiene a 413 mil 281 personas viviendo en condiciones de pobreza, de un total de 908 mil 605 habitantes.

Los datos de Informe Laboral de Abril 2018 de la Subsecretaría de Empleo y Productividad Laboral de la Secretaría del Trabajo indican que la tasa de desocupación del Estado de México es la quinta más grande del país, con el 4.0 por ciento de población sin trabajo del total de la fuerza laboral, 1.3 por ciento más que el promedio nacional que se ubica en el 3.3 por ciento.

Los retos son mayúsculos para el actual gobernador, Alfredo del Mazo Maza, quien tiene como obligación elevar el promedio de ingreso de los trabajadores en el Estado de México, distribuir de forma más equitativa la riqueza, acotar la desigualdad en el ingreso entre hombres y mujeres, y proporcionar más fuentes de empleo con seguridad social a la fuerza de trabajo de los mexiquenses.