Entre los salarios de los 125 alcaldes del Estado de México hay siete que tienen mejor sabor que los demás, pues superan los 80 mil pesos mensuales (sin incluir, gratificaciones y aguinaldos).
La alcaldesa con el mejor platillo en todo el estado es Denise Aurora Ugalde Alegría, presidenta municipal de Tlalnepantla de Baz, con un salario mensual neto de 101,753 pesos; le sigue el alcalde de Temoaya, Apolinar Escobedo Ildefonso, quien gana 90,605 pesos, cabe destacar que Temoaya es un municipio eminentemente rural con apenas 90 mil habitantes; si lo comparamos con los más de 700 mil que tiene Tlalnepantla la diferencia es abismal, no tanto así los salarios de sus gobernantes.
El tercer lugar corresponde a Édgar Armando Olvera Higuera, presidente municipal de Naucalpan, quien percibe 88,999 pesos netos, sentado muy de cerca en el banquete de la alcaldesa (próxima a ceder el puesto) Ana María Chimal Velasco, que se saborea más de 87,559 pesos.
Los alcaldes de los municipios vecinos: Toluca y Zinacantepec, Fernando Zamora Morales y Marco Manuel Castrejon Morales, respectivamente, degustan un salario casi idéntico: poco más de 86 mil pesos netos.
Para finalizar con los invitados al banquete de manjares, está el presidente municipal de Huixquilucan, Enrique Vargas del Villar, quien ostenta el nada modesto salario neto de 84,544 pesos.
No les gusta que los vean comer
Hay 52 alcaldes que “esconden” sus ingresos mensuales, o por lo menos no los han hecho visibles en la base de datos del IPOMEX, entre ellos están los presidentes municipales Jaime Cervantes Sánchez, de Lerma, de quien no podemos enterarnos de sus aperitivos ni ahí ni en el apartado de transparencia de la página del ayuntamiento de su municipio, y el alcalde Mauricio Osorio Domínguez, de Valle de Bravo.