El sufragio femenino en México, una historia de claroscuros

El sufragio femenino en México, una historia de claroscuros
La primera vez que votaron las mujeres en México fue el 3 de julio de 1955. Han pasado 65 años de múltiples protestas las llevaron a conquistar uno de los derechos más importantes: el sufragio.

El sufragio femenino en México, una historia de claroscuros

La primera vez que votaron las mujeres en México fue el 3 de julio de 1955. Han pasado 65 años de múltiples protestas las llevaron a conquistar uno de los derechos más importantes: el sufragio.

Cómo conquistaron las mujeres el voto

Los derechos que gozan las mujeres han sido producto de una lucha ardua por el reconocimiento de la igualdad ante la ley, tal es el caso del voto femenino. En mayo de 1923 se celebró el Primer Congreso Nacional Feminista, convocado por la Liga Panamericana de Mujeres. El objetivo era la organización para obtener los derechos políticos. 

Patricia Galeana señala —en el artículo “Un recorrido Histórico por la Revolución de las Mujeres Mexicanas”— que una de las principales resoluciones del evento fue enviar al Congreso de la Unión que las mujeres pudieran votar y ser votadas.  

“Entre sus resoluciones destacaron solicitar la igualdad civil para que la mujer pudiera ser elegible en los cargos administrativos y promover el derecho a la igualdad política y la participación de agrupaciones sociales en la representación parlamentaria”, precisa la autora. 

Al congreso asistieron integrantes de organizaciones de mujeres como el Partido Feminista Revolucionario y el Bloque Nacional de Mujeres Revolucionarias, agrupaciones que tenían tiempo insisitiendo en el reconocimiento de los derechos demeninos como el derecho a la educación, al trabjo y al voto. 

Promesas incumplidas

Después, en 1937, Lazaro Cardenas  —entonces presidente de México— lanzó una iniciativa para reforma el artículo 34 de la Constitución Mexicana para otorgarle igualdad política a las mujeres. 

El 26 de agosto de ese año, el expresidente exclamó que colocaría “a las mujeres en el mismo plano que los hombres. Porque no sería justo que estuviéramos reclamando su presencia en los actos sociales, si no la hemos colocado en un plano de igualdad política”

Aunque la reforma fue aprobada por la Cámara de diputados y senadores, la reforma constitucional no se declaró como Reforma Constitucional, por lo que quedó en la congeladora. 

Intereses políticos

Pasaron 18 años para que la discusión se planteará nuevamente por el presidente y los legisladores. Fue Adolfo Ruiz Cortines, quien en su campaña a la presidencia del país prometió otorgar el voto a las mujeres. 

En un “Recorrido Histórico por la Revolución de las Mujeres Mexicanas” la autora señala que Adolfo Ruiz Cortines ofreció el voto federal a las mujeres para fortalecer su posición frente al henriquismo, un movimiento político de centro izquierda.

Por ello, el 6 de abril de 1952 más de 20 mil mujeres se congregaron en el Parque 18 de Marzo de la Ciudad de México a favor de la candidatura de Ruiz Cortines, ya que garantizaría el voto a las mujeres.  

Después de ganar la presidencia, Ruiz Cortines publicó en el Diario Oficial de la Federación un decreto en donde se anunciaba que las mujeres tenían derecho a votar y ser votadas. 

Las mujeres tuvieron que enfrentarse a una sociedad machista que pensaba que otorgar el voto a las mujeres, era brindar más poder a sus esposos o a quienes pensaban que las mujeres debían estar en casa atendiendo el trabajo doméstico y de cuidados únicamente. 

A más de 65 años qué ha cambiado

Si bien, la conquista del voto fue una victoria para el movimiento de mujeres en México la igualdad no se ha logrado en todos los espacios políticos. Para Odalys Sánchez —integrante de la colectiva Mujeres Organizadas México— el voto femenino no ha logrado la igualdad sustancial entre hombres y mujeres en el terreno político. 

“Aunque ya podemos ver mayor representación del sector femenino en la política, aún prevalecen más los hombres”, precisa.

La integrante de Mujeres Organizadas señaló, en entrevista, que los derechos políticos son luchas importantes para las mujeres, ya que ahora es posible verlas en puestos de representación ciudadana. Sin embargo, aún prevalece la mayoría masculina en los espacios políticos, además de que la ley no siempre se aplica igualitariamente. 

“Ante la ley tenemos derecho a votar y ser electas en igualdad de condiciones para todos los organismos públicos; pero es preciso mencionar que igualdad ante la ley no es igualdad ante la vida”, expresó.

También, señaló que si bien el espacio de representación política es importante para exigir los derechos de las mujeres, la concentración del poder y la toma de decisiones recae en unos cuantos, la mayoría de ellos hombres adinerados. 

“Además, la brecha de género no es la única que separa a las mujeres del poder político. Principalmente, es la desigualdad de clase la responsable de que el poder se haya concentrado únicamente en un grupo minúsculo de hombres poderosos”, explica.

Por ello, para Odalys Sánchez es importante que se sigan organizando las mujeres para obtener otros derechos que son igual de importantes que el sufragio