En el siglo XIX, Rusia construyó en menos de 13 años el tren Transiberiano ––que atraviesa cordilleras, grandes ríos y bosques––. Este cubre 9 mil 289 kilómetros de punta a punta; la distancia entre Moscú y el puerto costero de Vladivostok, en el mar de Japón. Por esta razón, la convierte en la vía férrea más larga del mundo.
Este 7 de julio, se cumplieron 7 años de que inició la construcción del tren interurbano Toluca-México, que tiene una distancia menor a 58 kilómetros. La obra arrancó durante el gobierno de Enrique Peña Nieto y se debía inaugurar en 2017; sin embargo, hoy se espera que empiece a operar en 2024.
En 1904 ––a pesar de las muchas complejidades taiga, montañas, ríos, lagos e inundaciones–– las pista del Transiberiano se construyeron a una velocidad aproximada de 740 km por año y después de 100 años, el ferrocarril sigue cumpliendo su propósito original: conectar Europa y Asia.
Hoy en día, el Transiberiano es una línea ferroviaria electrificada de doble vía con una longitud de unos 10.000 kilómetros. Está equipada con modernos medios de información y comunicación.
Un tramo de la distancia del tren Interurbano se construyó en el siglo XIX en Rusia durante un mes y el trabajo se realizó a mano utilizando palas, hachas, palancas, sierras. Hoy en el Estado de México las nuevas tecnologías y millonarios fondos no han sido suficientes para que se cumpla si quiera la planeación original.
Con información de Rusmania y Europapress