Enigma

Para muchos, el verdadero enigma sigue siendo Antoni Casas Ros: el autor de “El teorema de Almodóvar” (todo un éxito de crítica y ventas) vive aislado, un paria a quien nadie conoce, pues, a raíz de un accidente, quedó desfigurado, o al menos eso dicen. Por ello, muchos creen que en realidad es un pseudónimo […]

Para muchos, el verdadero enigma sigue siendo Antoni Casas Ros: el autor de “El teorema de Almodóvar” (todo un éxito de crítica y ventas) vive aislado, un paria a quien nadie conoce, pues, a raíz de un accidente, quedó desfigurado, o al menos eso dicen. Por ello, muchos creen que en realidad es un pseudónimo de algún otro autor; en especial sospechan de Enrique Vila-Matas, pues en diversas entrevistas muchos de sus puntos de vista coinciden (aunque este autor ha repetido hasta el cansancio que no es él).

Pero bueno, como dice un empresario de Gallimard, la editorial francesa que publicó inicialmente a Casas Ros, “incluso si todo es una broma, el libro es memorable y eso es lo importante”. Desafortunadamente, no he podido conseguir ése, pero sí su siguiente novela, acertadamente llamada “Enigma”.

La novela se centra en cuatro personajes principales: Joaquim, un profesor de literatura que padece el “síndrome enigma”, el cual le provoca despreciar y rechazar los finales de sus libros favoritos (incluso pensará en reescribirlos); Zoe, una alumna de Joaquim, quien mantiene una –a la vez– hermosa y terrible relación de amor y celos con Naoki, una japonesa que perdió la voz a partir de un trágico evento. A ellos se suma Ricardo, un poeta que en sus ratos libres es un asesino a sueldo (o al revés, en su tiempo de esparcimiento escribe, como se quiera ver).

Un excelente relato que se construye en “varios niveles de realidad”, que maneja un “claro juego autobiográfico y metaliterario inteligente”, como sabiamente apunta María José Gil Bonmartí –y que ha despertado aún más el deseo de conocer su primera novela.