Entra a terapia intensiva Boris Johnson tras empeorar por COVID-19

El mandatario fue hospitalizado este domingo, 10 días después de ser declarado como positivo

El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, fue trasladado a terapia intensiva hoy en el hospital San Thomas de esta capital, donde se encontraba internado desde este domingo.

Un portavoz de la casa de gobierno dijo que la condición de Johnson, paciente de COVID-19, ha empeorado en el transcurso de esta jornada de lunes, por lo que el funcionario fue trasladado a la unidad de terapia intensiva del hospital, según la decisión de su equipo médico.

Se informó también que Johnson se encuentra consciente y que el traslado fue realizado alrededor de las 19:00 horas por precaución, ante el hecho de que pudiera necesitar un respirador.

De acuerdo con el portavoz, el primer ministro pidió al secretario de Relaciones Exteriores y primer secretario de Estado, Dominic Raab, que lo sustituya cuando sea necesario. Dos horas antes Raab declaró en conferencia de prensa que Johnson seguía a cargo del gobierno a pesar de estar bajo observación.

El portavoz también mencionó que “el primer ministro está recibiendo una atención excelente y agradece a todo el personal del Servicio Nacional de Salud (NHC) por su arduo trabajo y dedicación”.

La noticia ha provocado múltiples mensajes de apoyo en la última hora por parte de la comunidad política de Reino Unido, que desea a Johnson pronta recuperación.

El mandatario fue hospitalizado este domingo, 10 días después de ser declarado como positivo de COVID-19, la enfermedad causada por la nueva cepa de coronavirus, una pandemia que afecta a 179 países.

Al momento de su ingreso, las autoridades locales aseguraron que este procedimiento sólo era una precaución para evitar complicaciones. Según se informó, el primer ministro fue ingresado tras el consejo de su médico personal, pues le pareció que era lo mejor después de que el mandatario mantuviera síntomas de la enfermedad, con poca mejora hasta el momento.

Se esperaba que el primer ministro se recuperara tras siete días con síntomas claros de la enfermedad y pudiera seguir con su trabajo, pero hasta este domingo seguía con altas temperaturas.

Desde la tarde del pasado sábado también existían preocupaciones por su respiración, que continuaba sin estabilizarse a pesar de que la enfermedad debía ser superada desde días antes.