Entrega Alfredo del Mazo 6 mil tarjetas de Salario Rosa

En Almoloya de Juárez, Estado de México, las filas son largas, se tuercen, se interfieren y se mezclan; algunas se integran por mujeres de la tercera edad, otras por madres solteras que llevan a sus hijos; se miran felices por el dinero extra que van a recibir.  Una joven de Ecatepec se toma la frente con la mano para medir su temperatura, está a bordo de una ambulancia del Servicio de Urgencias del Estado de México, la atienden tras un desmayo por no desayunar bien. Al evento de entrega de tarjetas del Programa Familias Fuertes; Salario Rosa, encabezada por el
noviembre 27, 2018

En Almoloya de Juárez, Estado de México, las filas son largas, se tuercen, se interfieren y se mezclan; algunas se integran por mujeres de la tercera edad, otras por madres solteras que llevan a sus hijos; se miran felices por el dinero extra que van a recibir. 

Una joven de Ecatepec se toma la frente con la mano para medir su temperatura, está a bordo de una ambulancia del Servicio de Urgencias del Estado de México, la atienden tras un desmayo por no desayunar bien.

Al evento de entrega de tarjetas del Programa Familias Fuertes; Salario Rosa, encabezada por el gobernador del Estado de México, Alfredo Del Mazo Maza, llegaron 6 mil 300 mujeres, el personal que entrega la tarjeta informa que en esta ocasión se darán 6 mil plásticos para población de diferentes partes del estado. 

Cada integrante, de un equipo de 180 personas, tendrá que atender a 33 o 34 mujeres. 

La ceremonia dura poco y el mensaje del gobernador se ha transformado en proyecciones de video donde se cuentan historias de vida; luego, las asistentes salen de la carpa y continúa la cruda realidad para los más de 8 millones de mexiquenses que enfrentan las condiciones de pobreza.

Según una señora de aproximadamente 50 años no es difícil conseguir su tarjeta: “me estuvieron buscando desde hace dos semanas y hasta apenas me encontraron, y ya vine por la tarjeta”

Es de Temascaltepec y tiene dos hijos, cuando se le pregunta si la puede usar desde hoy responde que no sabe, que no preguntó eso; mucho menos sabe dónde puede usarla, sólo quiere buscar refugio del sol y comer algo antes de desfallecer.

Después de la larga espera bajo unas carpas dispuestas de manera transversal sobre los campos de futbol llega una sensación de vacío y regocijo; los sobres, gorras y playeras regresan a las mochilas, las personas se suben a los autobuses para emprender el regreso a sus comunidades.

Las 300 mujeres que no alcanzaron tarjeta tendrán que esperar al 7 de diciembre para poder aclarar por qué no estaban en el padrón.

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