El próximo 18 de noviembre, el arzobispo de Toluca Francisco Javier Chavolla Ramos recibirá el Palio Arzobispal de manos del Nuncio Apostólico en México, Franco Coppola.
El Palio representa un símbolo de unidad entre los arzobispos y el Papa para trabajar “juntos como instrumentos de comunión y hermandad en la Iglesia”.
La comisión arquidiocesana para las comunicaciones sociales informa a través de un comunicado que el Palio Arzobispal es bendecido por el Papa Francisco el 29 de junio, en la ceremonia en la que se celebra a los apóstoles Pedro y Pablo.
Posteriormente se entrega a todos los arzobispos en sus respectivas diócesis
por el nuncio apostólico o el representante de la Santa Sede.
¿Pero qué es el Palio? Es una prenda litúrgica. Se trata de una especie de estola blanca circular que se lleva sobre los hombros y de la cual penden ante el pecho y en la espalda dos tiras rectangulares, explica la comisión.
“La confección de los palios está reservada a las monjas benedictinas del Monasterio de Santa Cecilia. Lo elaboran con la lana de dos corderos blancos que se bendicen todos los años, el 21 de enero en la iglesia de Santa Inés”.
Recibir el Palio Arzobispal implica para Chavolla Ramos adquirir un mayor compromiso de servicio y trabajo pastoral con los fieles y con los obispos de la provincia eclesiástica de Toluca, a la cual pertenecen las Diócesis de Atlacomulco, Tenancingo y Cuernavaca.
Debido a la contingencia sanitaria, la ceremonia de imposición del Palio Arzobispal se realizará a puerta cerrada en la catedral de Toluca y se transmitirá a través de las redes sociales de la Arquidiócesis.