Toluca, México; 18 de junio de 2018. La Procuraduría General de la República (PGR) detuvo el 12 de marzo pasado a Erick Uriel Sandoval alias “La Rana” por su presunta participación en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa .
Para entonces la PGR afirmó que la detención de este hombre era “decisiva” en el caso de los estudiantes; sin embargo, poco más de tres meses después, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) reveló un pequeño-grave error por parte de la PGR pues, de acuerdo con este último, Erick Uriel no es verdaderamente “La Rana” y que se trata de un tal “Édgar” quien resulta (este sí) verdaderamente implicado en el caso.
Incluso la CNDH aportó ”datos concretos” del verdadero implicado así como su ubicación.
El “tropiezo” de la PGR no queda ahí pues en octubre de 2017 familiares de Sandoval presentaron pruebas ante este organismo que demostraban el error en las investigaciones y, por lo tanto, deslindaban de culpa a éste; sin embargo y con todo y pruebas en su contra, la PGR procedió la aprehensión.
Ya detenido, Erick presentó una queja ante la CNDH alegando que se trataba de una confusión y un grave error el cometido en su captura.
Además las características físicas de l verdadero “Rana” no corresponden con el todavía detenido Erick Uriel pues La Rana tiene cicatriz en la muñeca, cicatriz de piercing en ambas orejas y tatuajes de flamas en los brazos, elementos que no tiene Erick.
Con todas las evidencias recabadas, la CNDH exigió a la PGR actuar en consecuencia para que se resuelva la situación de Erick Uriel y proceda con la investigación de “Édgar”.