La Fiscalía General de la República (FGR) considera al expresidente Enrique Peña Nieto como el jefe de una banda criminal que participó en actos de cohecho y de traición a la Patria.
En la orden de aprehensión en contra de Luis Videgaray Caso, la FGR asegura que Peña Nieto jugó un papel central en la comisión de delitos en el caso Odebrecht.
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Información del diario Reforma publicada este jueves explica que el periodista Abel Barajas tuvo acceso a la solicitud de orden de aprehensión en contra de Luis Videgaray, el exsecretario de Hacienda, en la cual se menciona a Peña Nieto como el “autor mediato de los delitos mencionados y los de carácter electoral” mismo que “cometió los ilícitos utilizando como instrumento a Videgaray y a Emilio Lozoya Austin, exdirector de Pemex”.
Con esos argumentos, la FGR asegura que el también exgobernador del Estado de México “se apartó del Estado de Derecho y utilizó el cargo para el que fue electo con el fin de delinquir. Con su actuar ilícito no sólo obtuvo beneficio personal sino procuró ‘también el beneficio de la empresa Odebrecht quien los había ya hecho objeto de cohecho, traicionando a la Patria con su mal desempeño”.
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Abel Barajas explica que, de acuerdo con al FGR, “los hechos delictivos de cohecho y traición a la Patria surgieron por disposición de él mismo” y que Luis Videgaray actuó bajo sus órdenes, distribuyendo “de manera espontánea y por interpósita personas 121 millones 500 mil pesos a los legisladores panistas Ernesto Cordero y Jorge Luis Lavalle; al dirigente partidista Ricardo Anaya y al legislador priista David Penchyna Grub”.
Para la Fiscalía la entrega de dinero a legisladores a cambio de la aprobación de la Reforma Energética constituye el delito de cohecho, en tanto la “traición a la patria” se deriva de las reformas estructurales “para otorgar beneficios a empresas extranjeras como Odebrecht y que podrían beneficiarse del aprovechamiento y explotación de los recursos naturales que por mandato constitucional son propiedad de la Nación”.
La solicitud de orden de aprehensión señala a Videgaray como el “autor material” y Peña fue “el orquestador y promovente de las acciones delictivas”.
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En ese mismo sentido, explica que tanto Videgaray como Emilio Lozoya funcionaron “como un Estado dentro de un Estado e implementaron una política de actos de corrupción”, bajo las órdenes del exmandatario mexiquense.
El documento señala que al ocupar el “cargo oficial más elevado de la administración pública entre 2012 y 2018, Peña contaba con su propio aparato de poder criminal, con cuya ayuda implementó una estrategia de cooptación de la voluntad de los legisladores» para la aprobación de la reforma energética.
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El texto de Barajas finaliza señalando que Peña tuvo «un poder de mando y dirección sobre sus allegados en el gobierno que, desde luego, no era simbólico, sino que también incluía la capacidad de dar órdenes específicas las cuales estaban obligadas a cumplirlas».