Fuera del Closet lucha por los derechos de la comunidad LGBT+

Fuera del Closet lucha por los derechos de la comunidad LGBT+
Fuera del Closet es una asociación civil que no solo difunde problemáticas de la comunidad LGBT+, sino que contribuyen a solucionarlas

Hace una década, hablar de diversidad sexual o de género no era lo mismo que hablar de ella hoy, eso lo saben Ricardo Torres y Ernesto Montes de Oca, quienes hace 13 años, mientras cursaban la licenciatura en Comunicación, iniciaron un proyecto radiofónico: Híbrido Radio, un espacio en el que buscaban generar propuestas alternativas dentro de la academia y ¿qué más alternativo que un programa de diversidad sexual?, pensaron entonces. Adivinen cómo se llamó el programa… ¡Claro! Fuera del Closet. 

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Fuera del Closet

Ahí se dieron cuenta de que la problemática era mucho más grande de lo que pensaban, por eso empezaron a trabajar como colectivo con la mira puesta en generar las vías de comunicación que no solo difundieran las problemáticas, sino que contribuyeran a solucionarlas. 

Hoy, trabajan en esta asociación entre 20 y 25 personas distribuidas entre un equipo de voluntariado o de prácticas sociales regido por cuatro ejes importantes 

  1. Asesoría médica, jurídica y psicológica a toda persona LGBBTTTI+ que así lo requiera del Estado de México.
  2. Promoción y difusión de los derechos humanos, a través de acciones, campañas, pláticas, talleres.
  3. Incidencia política, trabajo de la mano de las instituciones públicas.
  4. Promoción y difusión de la salud sexual y reproductiva. 

Algo en lo que hace hincapié Ricardo es en que estas organizaciones de la sociedad civil surgen a causa de las omisiones que, histórica y estructuralmente, han cometido las instituciones de gobierno ante las distintas problemáticas de la sociedad, instituciones que no hacen su chamba. 

Ricardo Torres y Ernesto Montes de Oca, integrantes de la organización civil Fuera del Closet. / Fotos: Daniel Rodríguez

Yo, lxs otrxs, la comunidad

Unos de los retos más difíciles que enfrentan como asociación es el tema del acompañamiento.

Estar con las personas víctimas de violencia o crímenes de odio, o familiares de desaparecidos o asesinados es de las cosas más difíciles de afrontar, ¿cómo le haces?, se pregunta Ricardo y continúa: “nos encontramos con estructuras de poder, como la Iglesia o el Estado, o las instituciones sociales, como la familia, que son de las mayores células que discriminan”.

Pero esto, comenta Ernesto, te da experiencias a las que no podrías acceder más que en los espacios de las organizaciones civiles, del activismo o atendiendo casos de discriminación o de violencia: “cuando la realidad te pega, es mucho más dura de lo que se puede percibir en una nota periodística, y eso te cambia”. 

Ser mexicano, ser mexiquense y ser gay

Aunque parezcan pasos muy pequeños los logros obtenidos por esta asociación a lo largo de 13 años, sus avances han sido por demás importantes, pues han ayudado a reconocer la diversidad sexual de manera cotidiana, también han ayudado a dejar de tolerar cualquier acto de represión o de violencia homo, lesbo, bi o transfóbica. 

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Unos años antes no se podía siquiera pensar en que las personas trans ocuparan algún cargo público en el Congreso federal, por ejemplo; no había tal cosa como el lenguaje inclusivo… pero aún hay temas pendientes. 

En el Edomex, un caso emblemático lo tenemos con el matrimonio igualitario, comenta Ernesto, “y todo eso te motiva a seguir estando ahí. No siempre es fácil, pero creer que se puede modificar esta sociedad sigue siendo nuestro principal motor para continuar ahí y para hacer que nuestras voces sean escuchadas”. 

Y Ricardo agrega: “el hecho de sentir o representar el orgullo LGBTTTI+ va más allá de eso. Vivimos en una sociedad homofóbica, en una sociedad machista, una sociedad que sigue violentando y discriminando; entonces decir ‘soy mexicano, soy mexiquense y soy gay’ ya representa una situación de gran valentía, una situación donde abres estas puertas de este closet tan grande y que tienes que estar abriendo constantemente, con tu familia, en la escuela, con tus amigos. Y ese abrir las puertas ya está generando un cambio. Salir del closet es entender que la diversidad es la regla y no la excepción, es un acto político”.