Toluca, Estado de México; 2 de mayo de 2019.- A unos días de que cumpla su 30 aniversario, el Partido de la Revolución Democrática da pasos firmes… hacia el declive. Al menos eso es lo que indican las renuncias de las últimas horas de militantes de gran peso político en el perredismo mexiquense como la del alcalde de Nezahualcóyotl, Juan Hugo de la Rosa; y de la secretaria general del partido en la entidad, Ana Yarixi Leyva.
Con un día de diferencia, ambos anunciaron su salida de las filas del PRD por estar en desacuerdo con la manera en que su actual dirigencia interina, que encabeza Ángel Ávila Romero, lleva el rumbo del que antes –de Morena- fuera un emblemático partido de la izquierda mexicana. Pero no se van solos.
Aunque todavía no se sabe bien a bien cuántos perredistas seguirán sus pasos, un indicador significativo es que Nezahualcóyotl, uno de los municipios más importantes del Estado de México, con más de un millón 39 mil habitantes, de acuerdo al INEGI, deja de ser bastión del perredismo mexiquense y nacional.
Desde el Museo de la Memoria y la Tolerancia de la Ciudad de México, De la Rosa García hizo oficial su salida del partido del sol azteca e hizo un llamado a la población y a organizaciones sociales, sindicales y políticas a crear el Movimiento Nacional “Unid@s para un Mejor País de Izquierda.
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Un día antes, justo en la conmemoración del Día del Trabajo, y tras 23 años de militancia perredista, la secretaria general del PRD en el Estado de México, Ana Yarixi Leyva Piñón también anunció su ruptura con este instituto político.
En conferencia de prensa efectuada en Toluca dio a conocer que en las siguientes semanas se dedicará a explicar su postura a los integrantes del grupo político Pensemos, que ha encabezado y que es una de las principales fuerzas internas del PRD. Sin embargo, aun no precisó si se sumará a otro partido político.
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Pero la salida de los dos políticos mexiquenses de ese partido no son las únicas. A principios de abril hubo una renuncia masiva en Ecatepec, encabezada por su dirigente en ese municipio, Roberto Hernández y más de cuatro mil militantes, junto con candidatos a regidores y diputados locales en las pasadas elecciones.
A nivel federal, también fue contundente la salida de 9 diputados del PRD. Entre ellos el coordinador de su grupo parlamentario, Ricardo Gallardo, y el mexiquense Javier Salinas Nárvaez, una de las figuras más emblemáticas del perredismo mexiquense y líder de los grupos internos “Pensemos” y “Nueva Izquierda”, los de mayor presencia en el Estado de México.
Incluso, en medios nacionales también se especula sobre la renuncia del mismo Juan Zepeda, actual senador con licencia, quien fuera su candidato a gobernador en el Estado de México, aunque todavía no hay nada concreto al respecto.
Con la ahora ex secretaria general del PRD en la entidad, también anunciaron su salida la secretaria de Asuntos Electorales, Mayra Cabrera; el secretario de Política de Alianzas, Ariel Mora; el secretario de Formación Política, Rufino Ramírez; y la directora del Instituto de Formación, Josefina Salinas.
Sobre estas renuncias, el dirigente estatal del partido, Omar Ortega Álvarez, expresó en entrevista reciente: “ a quienes han decidido claudicar a las filas del PRD y a quienes lo harán en las próximas horas sólo cabe expresarles mi respeto y afecto por siempre”.
“Con muchos de ellos compartimos experiencias, triunfos y derrotas, -continuó- siempre con la intención de lograr una transformación en la vida democrática de nuestro país, deseo que tengan suerte en sus nuevos proyectos y seguramente en algún momento futuro volvamos a coincidir en la lucha social”.
Al respecto, afirmó que el partido del sol azteca se construyó con “trabajo, convicción, amor y esperanza de millones de mexicanos” y destacó que en 30 años el PRD logró convertirse en la mayor fuerza política de izquierda en México y afirmó que “la historia del México moderno no se podría explicar sin la participación de dirigentes y militantes” que le dieron vida.
Sin embargo, reconoció que la manera de actuar de su dirigencia nacional, que no ha presentado una ruta crítica clara como oposición ante el nuevo gobierno federal, entre otros aspectos, ha provocado que varios de sus militantes dejen el partido, como lo han hecho algunos perredistas mexiquenses.
Al respecto, dijo que si bien, no aprueban la “errática línea política que la dirigencia nacional extraordinaria está siguiendo”, confió en que esto podrá cambiar. Mencionó que en fecha próxima inicia su periodo de afiliación, que es el primer paso para llevar a cabo la elección de sus órganos de dirección y representación, y de allí “afinar su línea política hacia una izquierda progresista”.
Sin embargo, esta desbandada no es de extrañarse si se considera que en las elecciones estatales de 2018 el PRD –en coalición con el PAN y Movimiento Ciudadano- solo consiguió un millón 673 mil votos, si bien por encima del PRI que obtuvo un millón 539 mil, quedó muy por debajo de Morena que arrasó con dos millones 490 mil votos.
A nivel federal solo consiguió el 2.8 por ciento de los sufragios en la elección presidencial y perdió el registro en diez estados del país, entre ellos Aguascalientes, Chihuahua, Jalisco, Nuevo Léon, Querétaro y Sinaloa, en donde todavía tienen presencia y siguen operando con el apoyo de la Dirección Nacional Extraordinaria del partido, pero no tienen sede ni suficientes recursos, al quedarse sin las prerrogativas estatales.
Sin embargo, el PRD confía en recuperar su lugar en el electorado a nivel nacional, aunque en el Estado de México su futuro es incierto.