Toluca, México; 19 de octubre de 2018. El agua de los pozos contaminados con combustible en San Cristóbal Huichochitlán ha provocado que los niños presenten problemas en la piel, dolor de cabeza, náuseas y ardor; ya que los habitantes de esta delegación de Toluca no cuentan con agua potable y abastecen sus necesidades con estas cisternas y pozos.
Desde hace siete años, vecinos de San Cristóbal han experimentado problemas con el centro de control de Petróleos Mexicanos ubicado cerca de la zona, pues éste ha ocasionado que los vecinos vivan entre olor a gasolina y agua podrida. A esta problemática se suma su vecindad con San Pablo Autopan, delegación relacionada con la ordeña ilegal de combustible por parte de grupos organizados para su extracción y venta.
Una investigación realizada por este medio publicada en agosto, revela que los ductos de gasolina dentro de Toluca llegan a través de Paseo Tollocan, dan vuelta en avenida Alfredo del Mazo y toman como rumbo el norte del estado, específicamente hacia Atlacomulco, pasando por las delegaciones de Miltepec, San Cristóbal Huichochitlán, Palmillas, Calixtlahuaca y San Pablo Autopan, los lugares donde se ha presentado el robo ilegal de combustible y varias explosiones.
Hoy, el robo de gasolina ha comenzado a hacer estragos; desde el pasado lunes 15 de octubre, uno de los pobladores se percató que lo que contenía el pozo era agua con gasolina y no sólo agua: "yo me di cuenta que alguna tenía un color y un aroma muy fuerte, me preocupe”, por lo que pronto avisó a sus vecinos, quienes presentaban una situación similar.
Se presume que, en el afán de perforar los ductos de Pemex, se ha ocasionado una fuga del combustible, contaminando los pozos de al menos 50 familias de San Cristóbal Huichochitlán, así lo denuncian los vecinos del lugar: “Nuestro suelo ya está siendo contaminado […] hoy en día ya no podemos utilizar nuestro pozo, porque ya está contaminado por el químico de la gasolina”; “ tres veces vinieron a tomar muestras, nunca nos dieron una solución”.
Por su parte, Protección Civil de la capital mexiquense indica que son cinco pozos del Barrio San Gabriel los que resultaron dañados. Sin embargo, para evitar una explosión, lo único que han podido colocar es un cuerpo de bomberos contra incendios, ya que, indican, esta emergencia debe ser atendida por Pemex, para lo cual ya emitieron un oficio, al que la paraestatal no ha dado respuesta: "Queremos que Pemex nos empiece a reparar los daños”, denunciaron los pobladores sin revelar su identidad.
También se nota la presencia de la militares de la Defensa Nacional y de la policía estatal, quienes resguardan la zona y hacen recorridos perimetrales.
