Donde hay trato, amigos pueden ser el perro y el gato. El acuerdo político entre el morenismo empoderado y el priísmo delmacista es obvio en el poder legislativo local, donde los diputados de uno y otro lado caminan por la misma vía y hacia la misma meta. La gobernadora no tendrá ningún problema para lograr el próximo año el presupuesto que desea y conseguir todas las reformas legales que considere necesarias.
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Parece que en amplios bloques de Morena no se entiende todavía que ya son el partido en el gobierno. Aunque sus expresiones no rebasan, todavía, los límites del folclor politiquero, no dejan de ser deplorables. Donde va la gobernadora, hacen argüende, son como ricos nuevos. El tiempo, y la realidad, terminarán por atemperarlos.
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En política, los procesos de cambio no son espontáneos ni veloces, toman su tiempo. En el cambio de régimen lo viejo tarda en morir y lo nuevo en nacer. No es sorpresa que el nuevo gobierno mexiquense esté repleto de funcionarios priístas de administraciones anteriores. No los cambian, porque no tienen con quién sustituirlos o porque en su orden de prioridades eso es lo último.
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Las probabilidades de que Ricardo Moreno logre por fin ser candidato de Morena a la alcaldía de Toluca son altas. Las circunstancias juegan a su favor, quizá como nunca, con su jefe político, Horacio Duarte, en la secretaría General de Gobierno y su compadre, Higinio Martínez, en la jefatura de Gabinete. Las simpatías por Ricardo no están solo entre algunas figuras de Morena, también en el PRI, José Manzur, por ejemplo, estaría encantado de que lograra la presidencia municipal.
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El presidente López Obrador entiende claramente la relevancia estratégica del Estado de México en las elecciones federales del siguiente año. Su presencia física en territorio mexiquense será recurrente hasta junio. No hay duda de que aquí ganará Claudia Sheinbaum y por amplísima mayoría; por eso, la mayor dedicación estará en generar las condiciones para triunfar en la mayoría de los 40 distritos electorales federales. La apuesta no solo será por conservar el Poder Ejecutivo, sino en lograr el control pleno del Poder Legislativo.