Jesús Mejía 8 de enero 2021

Vecinos de los fraccionamientos cercanos al centro de incineración del ISSSTE ubicado dentro del panteón municipal de San Felipe Tlalmimilolpan exigen una inspección y regulación al crematorio pues el humo que expiden los hornos que se encuentran en operación las 24 horas, invade sus hogares la mayor parte del día y la noche.
De acuerdo con los vecinos la inhalación del humo y de los contaminantes que arroja el crematorio afecta los alvéolos pulmonares de las personas y disminuye la capacidad pulmonar, creando problemas de salud a lago plazo que afectan la calidad de vida de las personas que están expuestas a este tipo de contaminación ambiental.
En un recorrido realizado dentro del fraccionamiento se pudo constatar la impregnación de hollín sobre las superficies de sus automóviles y dentro de sus hogares, quienes además denuncian el desagradable olor fétido que se mantiene durante las cremaciones de los cuerpos que ingresan al crematorio.
Armando López es uno de los vecinos más afectados ya que su domicilio se encuentra a un costado del crematorio el que solo está dividido por la barda perimetral del panteón.
“En cuestión de salud ya se nos ha complicado el vivir de esta forma, pedimos el apoyo de las autoridades para que se regularice la incineración de los cuerpos, desgraciadamente hemos visto un incremento de las cremaciones, no hay algún día que paren.”
Alma Valenciano mencionó que la calidad del aire que han respirado durante los últimos meses representan un grave peligro para su salud.
“Últimamente he amanecido con un fuerte dolor de cabeza hay días que también con dolor de garganta, ya es muy molesto para todos los vecinos, desde que llegué siempre hemos tenido esta problemática. Ya es la tercera ocasión que denunciamos esta problemática sin tener una solución por ninguna autoridad”
De acuerdo con información del Instituto Politécnico Nacional los hornos crematorios manejan temperaturas de alrededor de 500 grados por lo que durante ese tiempo emiten gases contaminantes, debido en gran parte a la quema del combustible que utilizan en su mayoría gas butano.
De acuerdo con el portal “Cuestione” La cremación de un cuerpo expulsa, en promedio, 27 kilos de dióxido de carbono a la atmósfera, esto equivale a hacer un viaje en auto de 130 kilómetros, de acuerdo con esta calculadora de de CO2. Además del dióxido y monóxido de carbono, expulsa partículas suspendidas y óxidos de nitrógeno, reconoce la Norma NADF-017- AIRE-2017 de la Sedema. Además de los elementos ya descritos, también se emiten furanos y dioxinas, que son los “elementos de mayor toxicidad en el planeta y altamente cancerígenos”